“Con la tasa de desempleo aún alta y disminuyendo solo gradualmente frente a la inflación que continúa por debajo del objetivo a largo plazo del Comité, una política monetaria altamente acomodaticia sigue siendo apropiada para el futuro previsible”. Una vez más Ben Bernanke, el número uno de la Reserva Federal, se encarga de tranquilizar a los mercados financieros internacionales, que hoy estaban no poco nerviosos esperando su audiencia en el Congreso estadounidense.
"Reducir la flexibilización cuantitativa", es decir, el estímulo monetario, "no sigue un camino fijo", escribió Bernanke en su discurso ante el plenario. En otras palabras, dependerá de la tendencia de la economía americana; pero dadas las condiciones actuales y el desempleo aún alto, "la política ultra acomodaticia es apropiada por mucho tiempo", continuando en la línea de sus últimas declaraciones “paloma”.
Bernanke había anunciado la suspensión gradual del programa de compra de bonos por 85 millones mensuales a partir de finales de 2013, para llegar a su interrupción definitiva el próximo año. El anuncio había provocado fuertes correcciones en los mercados drogados por la liquidez, con los inversores temerosos de perder el apoyo de la Fed, pero el disparo se había corregido por poco con varias garantías.
En comparación con estas declaraciones, las cuestiones europeas pasan a un segundo plano. Las listas de la UE, inicialmente débiles, se fortalecen también gracias a los resultados trimestrales positivos de Bank of America y Yahoo!. Frankfurt sube un 0,3%, París un 0,4% y Londres recupera la paridad. A Piazza Affari le va aún mejor, donde el Ftse Mib gana un 1,5% apoyado por los bancos. Las palabras del gobernador estadounidense también cambiaron el estado de ánimo en Wall Street, donde los futuros débiles se trasladaron a territorio positivo.
Ayer por la noche la plaza de Nueva York cerró débilmente abandonando los niveles récord recientes: el Dow Jones perdía un 0,21%, el Nasdaq un 0,25% y el S&P 500, lastrado por las cuentas de Coca Cola, un 0,37%. En el frente inmobiliario, las solicitudes de hipotecas estadounidenses disminuyeron un 2,6% en la última semana. También se redujeron con fuerza las entradas en obra de obra nueva de viviendas en junio (-9,9%) y las visas (-7,5%) de obra nueva.
Bernanke también envió señales optimistas sobre el futuro de la economía: “Los riesgos para la economía han disminuido desde el otoño pasado” y aunque la propia economía "sigue siendo vulnerable a los riesgos externos y factores fiscales", las mejoras observadas se deben a la contribución "significativa" del sector inmobiliario residencial. Según el titular del banco central de EE. UU., la tendencia positiva en el sector inmobiliario "probablemente esté destinada a continuar a pesar de las tasas hipotecarias más altas".
