La respuesta de los sindicatos, en particular de Fim-Cisl, los metalúrgicos de la Cisl, llega con cara dura, tras la posición adoptada por el naciente gobierno Lega-5 Stelle sobre la Ilva de Taranto. La intención del naciente Ejecutivo es abandonar el camino de la "ambientalización" de la fábrica de Apulia y de hecho enviarla a su cierre definitivo, con el riesgo de dejar en casa a miles de trabajadores. "La aclaración que acaba de llegar del M5S - dijo Marco Bentivogli, secretario general de Fim Cisl - sobre el "contrato de gobierno" aclara definitivamente su voluntad de no continuar con la labor medioambiental sino cerrar la fábrica y dejar a 20.000 trabajadores en casa sin garantías. Las elecciones han tenido lugar y es justo que los que gobiernan asuman la responsabilidad de sus elecciones”.
“El cierre es perjudicial para el medio ambiente –prosiguió el sindicalista en una nota– (la cobertura de los parques apenas comienza y corre el riesgo de ser un Bagnoli 2), el empleo y la economía manufacturera italiana. ser claro, nunca cederemos a la intimidación de los escuadrones que en estas horas en Tarento impide la plena usabilidad democrática. Y que quede igualmente claro, no nos quedaremos de brazos cruzados, si queremos dejar a los trabajadores de casa y de la ciudad víctimas de una elección ambiental dañina, no nos quedaremos quietos y daremos vida a la movilización total. Para esto, es necesario continuar las negociaciones de inmediato, encontrar un acuerdo que ambientalice, como todos en Taranto en particular, esperan, defienda a todos los trabajadores y asegure la planta y la relance”, cerró Bentivogli.