Mucho ruido y pocas nueces de la Eurotower. La semana pasada, el BCE no compró bonos gubernamentales de los países de la eurozona. Así lo confirman los datos semanales publicados hoy por la misma institución en Frankfurt. Por tanto, los rumores que se han ido persiguiendo en los últimos días resultan ser palabras al viento, a la altura de la polémica alimentada por Elena Salagado, la ministra de Hacienda española.
La sospecha era que el Banco Central Europeo había comprado bonos griegos y portugueses cuando los mercados esperaban que las compras se dirigieran principalmente hacia Roma y Madrid. En cambio nada. En realidad, el BCE no ha movido un dedo. El monto total de bonos comprados se mantuvo fijo en 74 mil millones de euros: el mismo valor que el BCE ha estado reportando durante 19 semanas.
Hoy, en cambio, parece que desde Frankfurt por fin han comenzado a comprar bonos del gobierno italiano y español, noticias que inmediatamente echaron agua al fuego de los rendimientos, haciendo que los diferenciales de ambos países volvieran a estar muy por debajo de los 300 puntos básicos. Según Michael Schubert, economista de Commerzbank, los datos de hoy "no sorprenden" porque no incluyen las operaciones realizadas el jueves y el viernes.
Y esta es la razón, añade, por la que el importe total de los bonos comprados se ha mantenido sin cambios en 74 millones de euros: esta partida sólo mostrará cambios en los datos de la próxima semana. Ayer por la noche, tras una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, reiteró una vez más que el programa de compra de bonos del Estado sigue en funcionamiento y que tiene la intención de utilizarlo "activamente".
