En la reunión de la Dirección del Banco Central Europeo (BCE) celebrada esta mañana en Barcelona, el instituto de Frankfurt ha decidido mantener los tipos de interés en mínimos históricos del 1% por quinto mes consecutivo. Según los rumores, durante la reunión se ha constatado que las perspectivas económicas de la eurozona han sufrido un aparente empeoramiento en las últimas semanas y cómo se han recreado tensiones sobre los bonos gubernamentales en la periferia de la eurozona. Pero todo lo confirmará el presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa prevista para las 14.30 horas.
Hay varios temas que se cree que los líderes del BCE han discutido en la Barcelona blindada, masivamente tripulada por las fuerzas del orden españolas. En primer lugar, es probable que se haga un análisis ex-post de la inyección de liquidez (Ltro y Ltro2 valen más de un billón) del BCE a los bancos comerciales de la zona del euro, que no parece dar los resultados esperados. Las tensiones en el mercado de bonos continúan acaloradas, especialmente en España e Italia, donde en las últimas semanas el diferencial con los Bunds alemanes ha vuelto a subir.
Además, es posible que los expertos del BCE estén examinando la estándares de Basilea 3, ayer avalado por Ecofin. Las discusiones sobre las formas de aplicar los parámetros de solidez del capital de los bancos parecen no poner de acuerdo a los ministros de Hacienda de la Unión Europea.
