“Defenderemos el euro. No dejaremos que la integración económica y política de Europa, que constituye la base de nuestra prosperidad, se derrumbe. Una moneda estable mejora las perspectivas económicas y al mismo tiempo políticas de Europa en su conjunto. Perseveraremos y superaremos cualquier obstáculo que pueda aparecer en el camino que hemos elegido". Estas son las palabras utilizadas por Baroin y Schaeuble, los ministros de Finanzas de Francia y Alemania, en un discurso conjunto sobre las persistentes tensiones financieras en la zona del euro. Francia y Alemania expresan así su voluntad de defender enérgicamente la moneda única, afirmando que los mecanismos anticrisis deben reforzarse "para permitirles operar de manera preventiva".
La intervención parece corregir el tiro frente a las declaraciones del ministro alemán Schaeuble, que hace unos días había reavivado las tensiones al manifestar su oposición a la hipótesis de dar carta blanca al fondo de rescate europeo EFSF en lo que se refiere a la compra de Status sobre la mercado secundario.
El eje París-Berlín se confirma así como la columna vertebral de la defensa del euro, después de que la reciente cumbre de emergencia sobre la situación griega ya hubiera estado precedida por una reunión entre el presidente Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel. En aquella ocasión, los dos mandatarios habían llegado a un compromiso sobre el que basar las líneas del acuerdo entonces adoptado por todos los países de la zona del euro.
