Barilla inaugura el almacén automático más grande del mundo en el centro histórico de Parma-Pedrignano. La instalación récord es fruto de una inversión de 15 millones, fondos que se suman a los 40 destinados a la fábrica de salsa Rubbiano.
La nueva estructura de alta tecnología tiene una superficie de 40 metros cuadrados (el equivalente a ocho campos de fútbol) y se utiliza para clasificar la mercancía producida en la propia planta (principalmente trigo duro y pasta al huevo) y la procedente de otros establecimientos ( salsas, galletas, productos horneados).
Ayer, al inaugurar el superalmacén en presencia de Flavio Zanonato, ministro de Desarrollo Económico, el presidente Guido Barilla reiteró que la empresa pretende "duplicar su facturación hasta 2020". Para pasar de los actuales tres mil millones de euros a seis, será necesario crecer 300-400 millones al año. ¿Cómo? “Tanto para líneas internas como con adquisiciones”, dijo Barilla a “Il Sole 24 Ore”, precisando que “estamos evaluando las adquisiciones. ¿Dónde? Por ahora no puedo confirmar si en América del Norte o del Sur o en Asia”.
En cuanto al presente, “estamos confiados en el cierre de este año –prosiguió Barilla-. El mercado italiano cae un 1% en volumen pero estamos creciendo un 5% en el exterior”.
