Los Estados Unidos, Junto con Francia, Alemania, Italia e Reino Unido, han expresado su preocupación por el mayor riesgo de una ataque iraní contra Israel, lanzando un llamamiento urgente a Teherán para evitar una escalada. A pesar de las señales de un posible acuerdo de tregua en Gaza, Israel ha advertido que un ataque iraní podría tendrá lugar en los próximos días, quizás antes de la reunión de mediadores del 15 de agosto. Con Israel en alerta máxima, la Casa Blanca y sus aliados europeos han instado a Teherán a dar marcha atrás, advirtiendo de las graves consecuencias de un ataque a Israel y pidiendo un alto el fuego y la liberación de rehenes en Gaza.
Mientras tanto, Ucrania ha decidido pasar al ataque para mostrar su fuerza y responder a la agresión rusa con acciones concretas: Kiev conquistó 28 localidades y más 1.000 kilómetros cuadrados en la región rusa de Kursk. La respuesta de Vladimir Putin fue dura: prometió expulsar a las fuerzas ucranianas y acusó a Occidente de orquestar la ofensiva, exacerbando las tensiones. La incursión provocó la evacuación de 121 civiles y un aumento de los precios del gas y el petróleo. La situación se complica aún más por los ataques a infraestructuras civiles y las acusaciones mutuas entre Moscú y Kiev por un incendio en la central nuclear de Zaporizhzhia.
Biden y los líderes europeos piden a Irán que dé un paso atrás
Inicialmente, hubo señales de que un acuerdo de tregua en Gaza estuvo cerca, un resultado que podría haber detenido o al menos contenido las represalias iraníes contra Israel. Sin embargo, el Estado judío ha informado a los estadounidenses que Teherán parece decidido a atacar pronto, tal vez incluso antes de la reunión del 15 de agosto entre los mediadores del conflicto en la Franja. Esta preocupación es compartida por Estados Unidos. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dijo: “Israel cree que existe una posibilidad creciente de que Irán y sus representantes ataquen en los próximos días. Compartimos esta preocupación y estamos coordinando con Israel y otros socios en la región". El secretario de Estado estadounidense, Blinken, se prepara para una nueva gira por Oriente Medio.
Mientras tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, mantuvo conversaciones con los líderes de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido para discutir la explosiva situación en Medio Oriente, con el objetivo de impulsar un alto el fuego y la liberación de rehenes. en una declaración articulaciónLas cinco potencias occidentales advirtieron a Teherán de las graves consecuencias que conllevaría un ataque contra Israel y expresaron su pleno apoyo a la defensa del Estado judío. Los dirigentes subrayaron laUrgencia de trabajar hacia la desescalada. tensiones y por la liberación de los rehenes en Gaza.
Teherán responde: “Tenemos derecho a reaccionar”
Por su parte, Irán no da marcha atrás. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, reiteró el derecho de su país a responder a cualquier agresión, al tiempo que subrayó su preferencia por las negociaciones. En una conversación telefónica con el canciller alemán Olaf Scholz, Pezeshkian dijo que Irán no cederá ante presiones ni sanciones y defenderá sus derechos de acuerdo con el derecho internacional.
Israel en alerta máxima
A medida que aumentan las tensiones, Israel no deja nada al azar. El fuerzas armadas israelíes estoy en el estado de máxima Alertar, listos para defenderse y responder ante cualquier amenaza. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, confirmó la intensificación de las medidas de seguridad, incluido el aumento de las patrullas aéreas sobre el Líbano. El presidente israelí, Isaac Herzog, enfatizó la unidad del país y la preparación de sus fuerzas armadas, diciendo que Israel está listo para enfrentar la amenaza en múltiples frentes.
Diplomacia en acción: llamados a detener la escalada
Mientras tanto, el Ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, habló con su homólogo iraní y le instó a evitar reacciones que pudieran inflamar aún más el conflicto. Tajani reiteró la importancia de alcanzar un alto el fuego en Gaza y enfatizó que no se pueden sacrificar más vidas inocentes. Incluso el Secretario de Estado del Vaticano, pietro parolin, expresó la seria preocupación de la Santa Sede por la situación en Oriente Medio, pidiendo evitar la expansión del conflicto y promover el diálogo y la paz.
El avance ucraniano en la región de Kursk
En el frente ruso-ucraniano, la situación se complica aún más. El gobernador de la región de Kursk, Alexei Smirnov, admitió que las fuerzas ucranianas tomaron el control de 28 localidades, avanzando 12 kilómetros de profundidad en territorio ruso. Este ataque, que comenzó el 6 de agosto, fue confirmado por el comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrsky, quien afirmó que alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso están ahora bajo control ucraniano.
El avance ucraniano representa un avance importante en un conflicto en el que hasta ahora Rusia ha llevado a cabo operaciones ofensivas principalmente. Las fuerzas de Kiev, bien organizadas y equipadas con maniobras tácticas eficaces, están poniendo en dificultades al ejército ruso, que lucha por identificar una línea de frente clara. De hecho, Smirnov expresó su preocupación por la imprevisibilidad de las unidades ucranianas, que parecen moverse en pequeños grupos, desplazando a las fuerzas rusas.
La respuesta rusa: la ira de Putin
En una reunión con los líderes de las fuerzas armadas y de seguridad, Vladimir Putin mostró todo su ira por la incursión ucraniana, prometiendo una "respuesta digna". El presidente ruso afirmó que el primer objetivo ahora es expulsar a las fuerzas de Kiev del territorio ruso y cerró la puerta a cualquier posibilidad de negociación, acusando a Ucrania de actuar siguiendo órdenes de Occidente. "Occidente está librando una guerra contra Rusia utilizando fuerzas ucranianas", dijo Putin, acusando a Estados Unidos y sus aliados de librar una guerra por poderes.
Putin vinculó la incursión ucraniana con un intento de detener el avance ruso en Donbass y las regiones del sur de Ucrania, donde el ejército ruso lleva meses realizando operaciones ofensivas. A pesar de las dificultades, el presidente ruso destacó que las fuerzas de Moscú "están avanzando a lo largo de toda la línea del frente" y cuestionó el supuesto efecto desmoralizador de la incursión ucraniana, afirmando que no logrará sembrar discordia en la sociedad rusa.
Crisis humanitaria e impactos económicos
El avance ucraniano desencadenó un éxodo masivo en la región de Kursk. Según el gobernador Smirnov, 121 mil civiles fueron evacuados de las zonas de combate, mientras que en la cercana región ucraniana de Sumy, unas 20 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
Las tensiones fronterizas también han tenido repercusiones en los mercados energéticos. El precio del gas natural subió un 2,73% en la bolsa TTF de Ámsterdam, mientras que los precios del petróleo suben debido a los riesgos relacionados con el conflicto. Estos acontecimientos alimentan aún más las preocupaciones globales sobre la estabilidad energética.
Accidentes y acusaciones mutuas
Mientras tanto, la situación sigue siendo tensa en otras zonas del conflicto. En la región ucraniana de Chernihiv, las autoridades locales informaron sobre ataques con drones rusos contra infraestructura civil, aunque no se reportaron víctimas. La guerra de propaganda entre Moscú y Kiev también continúa en el frente nuclear, con acusaciones mutuas sobre laincendio en la central nuclear de Zaporizhzhia. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) inspeccionó el lugar pero no se pudo determinar la causa del accidente, lo que avivó aún más las tensiones.