La riqueza de las familias italianas sigue disminuyendo, según comunica el Banco de Italia. El dato que más impacta, y fotografía la dimensión exacta de la crisis, esta es la caída registrada desde 2007, año en que había alcanzado sus niveles máximos en términos reales, hasta 2011: -5,8%. La caída entre 2010 y 2011, -3,4%, fue muy significativa, mientras que en el primer semestre de este año la contracción fue de 0,5%.
A los precios actuales, laa riqueza neta global disminuyó un 0,7% en 2011, con la caída de los activos financieros (-3,4%) más que compensando el aumento de los activos reales (1,3%). En términos reales, sin embargo, la reducción de la riqueza neta fue del 3,4%.
Llama la atención el "alto grado de concentración" de la riqueza, ya que la mitad más pobre de los hogares posee sólo el 9,4% de la riqueza total, mientras que el 10% más rico posee el 45,9%, lo que lleva a un aumento en el índice de Gini, que mide el grado de desigualdad.
La riqueza neta de las familias italianas ascendía a 8.619 millones de euros, aproximadamente 140.000 per cápita y 350.000 euros por familia. El porcentaje de familias italianas en números rojos, es decir, aquellas con patrimonio neto negativo, es del 2,8 %, por debajo del 3,2 % en 2008, pero superior al de principios de la década de 2000.
Sin embargo, los hogares italianos todavía tienen una riqueza neta elevada, equivalente a 8 veces la renta disponible en 2010, y están "relativamente poco endeudados". Finalmente, en 2011, la participación de la riqueza en valores públicos italianos aumentó en más de un punto porcentual.