“Prefiero a Grilli, aunque solo sea porque es de Milán”. Con esta motivación indiscutiblemente norteña, el líder de los camisetas verdes, Umberto Bossi, toma posición en el debate sobre el nombramiento del nuevo gobernador del Banco de Italia. En la carrera por la sucesión al trono de Mario Draghi, además del director general del Tesoro Vittorio Grilli, está Fabrzio Saccomanni. Mientras que el primero está patrocinado por Giulio Tremonti, el segundo, ex director general de via Nazionale, es el favorito de Su Majestad Draghi y Berlusconi. Y parece tener una clara ventaja sobre su oponente, hasta el punto de que su designación por el Consejo Superior del Banco de Italia podría llegar en cualquier momento. En definitiva, según todas las predicciones, parece que el Senatùr tendrá que conformarse con un gobernador romano.
Pero en estas horas el líder del Carroccio, más que en el Palazzo Koch, está dedicando su atención a Montecitorio. Esta tarde, la Cámara votó abiertamente la moción de censura planteada por la oposición contra Saverio Romano, el ministro de Agricultura investigado por mafia por el Ministerio Público de Palermo. “No creo que haya sorpresas – comenta Bossi -, hay que juzgarlo como ministro. Un magistrado quiso absolverlo, luego lo mandaron a juicio… son riñas entre magistrados”.
No es suficiente. También hay rumores sobre una nueva posible intervención del gobierno en materia de seguridad social. En este sentido, el Senatùr reitera su niet más decisivo, el verdadero caballo de batalla del verano de la Liga Norte: "No queremos quitar el dinero de las pensiones a los pensionistas para dárselo a las empresas, como pide Confindustria -subraya Bossi, desempolvando por la ocasión el tradicional dedo medio -. No estamos locos..."
