Desde hoy, 10 de junio, entran en vigor las nuevas normas establecidas por la Comisión Europea con el objetivo de hacer más transparentes para vendedores y consumidores los costes de los pagos realizados con tarjetas de débito y crédito y al mismo tiempo permitirnos a cada uno de nosotros hacer más decisiones informadas sobre el tipo de pago.
Entrando en detalle, la Unión Europea ha impuesto un tope máximo a las tasas de intercambio que pesan sobre todo sobre los comerciantes y que a menudo conducen a una preferencia por el pago en efectivo. Las comisiones antes mencionadas, pagadas por el comercio al banco que emitió la tarjeta de pago cuando un consumidor realiza una compra a través de TPV, no pueden exceder el 0,2% del valor de la transacción para tarjetas de débito y el 0,3% para tarjetas de crédito.
Por lo tanto, a partir del 10 de junio, los comerciantes ya no podrán negarse a usar un determinado tipo de tarjeta porque está sujeto a comisiones demasiado altas.
“Muchos consumidores usan tarjetas de pago todos los días cuando compran en tiendas o compran en línea. Durante años, las tarifas que cobran los bancos por los pagos con tarjeta se han mantenido en gran medida en la oscuridad. La nueva normativa europea ha hecho más transparentes los pagos con tarjeta. Esto significa ahorros de costos para millones de consumidores y minoristas europeos”, dijo la Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
Las reglas de tipo de pago también han cambiado. Muchas tarjetas incluyen actualmente múltiples canales de pago, como PagoBancomat y Maestro para Italia.
Con base en la nueva legislación, cada consumidor tendrá la posibilidad de seleccionar el canal que ofrezca la mejor relación costo/efectividad del pago. El comerciante, a su vez, podrá dotarse de un canal específico, aunque la última palabra es del comprador.
