comparte

Banca local, repensando el modelo de negocio: tres caminos posibles

Las crisis bancarias nos empujan a repensar el modelo de negocio de la banca local, superando la autorreferencialidad y los conflictos de interés con el ámbito local - Tres caminos posibles: enriquecer la oferta de productos y servicios bancarios, apostar por la digitalización de la relación banco-cliente, explotar el potencial de la relación finanzas-tecnología

Banca local, repensando el modelo de negocio: tres caminos posibles

Los acontecimientos bancarios que sacuden al país exigen una rápida recuperación de la situación para contrarrestar los efectos sobre el clima general de confianza, pero también necesitan repensar el modelo de negocio de la banca local, yendo más allá de las reformas de gobernanza, por necesarias que sean, pero aún próximas terminación. Basado en el postulado sobre las ventajas de la proximidad a las comunidades socioeconómicas de referencia, el paradigma del localismo bancario ha visto fortalecidas las características de autorreferencialidad, perdiendo, en demasiadas circunstancias, el control de riesgos, costos operativos y conflictos de interés. interés El gigantismo que se ha apoderado de los bancos locales y de sus mentores locales y nacionales durante años, arrastrándolos a una dimensión que no es la suya, impone opciones, incluso radicales, de reconfiguración industrial (de la consolidación a la reducción) y el abandono de los esquemas hagiográficos. exaltación Tratemos de dar aquí algunas indicaciones para la transformación del negocio, teniendo como referencia el sistema de crédito cooperativo y los pequeños bancos cooperativos y cajas de ahorro.

El primer argumento se refiere a la necesidad de contrarrestar el empobrecimiento absoluto y relativo en la oferta de productos y servicios bancarios, ocurrido en los últimos años, a pesar de la mayor extensión de las redes de distribución. Generalmente, el pequeño banco local sigue satisfaciendo una parte minoritaria de las necesidades financieras generales tanto de sus propios clientes de origen como de los adquiridos en mercados más grandes y complejos. Las hipotecas y los bonos bancarios, gracias al apoyo dado en los años previos a la crisis al sector de la construcción e inmobiliario, siguen teniendo un peso decisivo en los activos y pasivos de los bancos locales, mientras que las políticas monetarias expansivas han eliminado gradualmente sus márgenes económicos. La contribución de los servicios de gestión patrimonial (desde la administración hasta la gestión de activos, pasando por los servicios fiduciarios y fiduciarios) y los servicios de pago es todavía escasa, por no hablar de la consultoría financiera para las pequeñas empresas locales. En los últimos años, ¿cuántos casos de inestabilidad financiera se podrían haber evitado gracias a empresarios y gerentes más astutos y consultores más expertos, incluidos los bancos?

La mayor complejidad inherente a estos cambios puede regirse, por ejemplo, a través de acuerdos con intermediarios calificados (como bancos privados u otros operadores especializados), para el desarrollo de productos adecuados para clientes típicos que, manteniendo debidamente las características antiespeculativas, pueden sin embargo acceso a formas financieras más avanzadas de colocación de ahorros y asistencia profesional. Otro ámbito a explorar por la banca local es el de las áreas sociales de exclusión financiera, incrementadas con la crisis, y las perspectivas que ofrece la colocación de productos básicos, como la cuenta de pago, que se ha convertido en un instrumento europeo. A lo largo de estos lineamientos, pueden definirse útilmente otras propuestas para la expansión de la actividad bancaria local. El segundo tema se refiere a la necesidad de aprovechar al máximo las ventajas de la transformación digital en las relaciones banco-cliente, desarrollos que no deben marcar diferenciaciones respecto a los bancos más grandes, so pena de graves desventajas competitivas.

Desmaterialización de procesos, especialmente de aquellos de mayor impacto, como el ciclo documental de los contratos bancarios (desde la creación, asociada al uso de firma electrónica avanzada, pasando por la gestión, hasta el archivo final), virtualización de fases todavía lentas tanto para el banco y para el cliente (introduciendo procesos y tecnología de identificación y comunicación remota), nuevas formas de supervisión territorial (con puntos de venta de servicios bancarios completamente automatizados e integrados con otros servicios públicos y privados) son ejemplos de modernización de los métodos de distribución, que requieren estructuras enfoques en lugar de opciones de moda ocasionales. El tercer argumento surge de las llamadas Fintech, es decir, de la unión de finanzas y tecnología que se concreta en la digitalización de procesos, en la difusión de herramientas y servicios de pago cada vez más avanzados, así como en la creación y explotación de información, según la lógica de las grandes bases de datos (los llamados Big data y analytics), que se producen en las relaciones con los clientes. El potencial de esta combinación, apoyado en nuevas formas de incentivos (para todos, el llamado value-back, es decir, el reconocimiento de beneficios que no son solo económicos en beneficio de los usuarios de combinaciones ampliadas de servicios) son capaces de promover cambios radicales sinergias y desarrollos consistentes operativos.

La pregunta que cabe hacerse es si los bancos locales pueden jugar un papel en la creación de nuevos contextos comunitarios, es decir, lugares de encuentro, incluso virtuales, para consumidores y productores, a partir precisamente de la experiencia adquirida en un contexto de proximidad más tradicional. Si esta experiencia también puede ser replicada para singularizar e integrar los intereses homogéneos de otras comunidades, con las que establecer relaciones de interdependencia, será posible proyectar el localismo bancario en un nuevo escenario, promoviéndolo como un factor renovado para el desarrollo de la el territorio. Tratando de dar un ejemplo, el banco local podría participar en la creación de nuevos y enriquecidos servicios territoriales, en beneficio de los habitantes de su área de actuación, actuando como catalizador en el acceso a circuitos comerciales, plataformas de asistencia profesional y la prestación de servicios privados o de utilidad pública. Respecto a las cuencas usuarias fuera de las áreas más próximas, podría apoyar iniciativas de promoción de la imagen del territorio a través de la valorización de productos locales, bienes artísticos y culturales, turismo.

La contribución esencial de los bancos a estas nuevas formas de negocio social viene dada por la posibilidad tanto de financiar intercambios en dichas plataformas como de gestionar los circuitos de pago subyacentes, lo que estaría asociado además a mecanismos de redistribución del valor generado por la multiplicación de estas interdependencias. . Ponerse en el centro de este sistema de relaciones significa aprovechar las ventajas informativas que progresivamente genera la ampliación de las redes territoriales. Se trataría de replicar a menor escala, pero haciendo uso de un conocimiento profundo de los contextos locales, el modelo de negocio promovido de manera más general por las grandes plataformas de intercambio internacional, que empiezan a presentarse como bancos, apalancándose en la unión entre la función monetaria de habilitar pagos y los activos de información que acumulan en sus redes sociales. En conclusión, un debate en profundidad sobre los temas aquí propuestos nos haría comprender la posibilidad efectiva de que la banca local desarrolle una renovada relación de servicio con el territorio, creando un contexto de planificación positivo en línea con las tendencias más recientes en materia de smart ciudades y comunidades inteligentes, tanto más importantes cuanto más capaces de oponerse a los temas trillados del localismo y sobre todo al clima de desconfianza hacia esta importante configuración de la banca nacional, tras los conocidos y graves episodios de quiebras bancarias de cual llena de medios este fin de año.

Revisión