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Banco de Italia, reformas y crédito para crecer sin el atajo del déficit público

Las Consideraciones Finales del Gobernador del Banco de Italia fueron muy claras al excluir que la forma de apoyar el crecimiento es aumentar el déficit público - Por el contrario, los pilares del paradigma del desarrollo son las reformas y la normalización del crédito bancario - Visco on por otro lado, no parece centrarse en el ESM y en las privatizaciones

Banco de Italia, reformas y crédito para crecer sin el atajo del déficit público

Barrer con las ilusiones cultivadas por tantos políticos y por algunos profesores ferozmente keynesianos, de poder salir de la crisis apalancando el aumento del déficit presupuestario, el Gobernador del Banco de Italia ha aportado una receta basada en dos pilares: reformas para contener las rentas que acechan en muchos sectores públicos y privados de nuestra sociedad, y fortalecimiento de la banca para reabrir los cauces del crédito aumentando su cantidad y reduciendo su costo. Es cierto que muchas reformas pueden requerir mucho tiempo antes de dar resultados concretos, pero su puesta en marcha dentro de un programa con objetivos precisos y con caminos claros y creíbles tendría efectos positivos en las expectativas de las empresas y ciudadanos individuales, estimulando así las inversiones y el consumo en la parte hoy retenida por el miedo debido a la extrema incertidumbre sobre el futuro.

Ignazio Visco no dudó en sus Consideraciones finales en abordar cuestiones políticas aunque nunca descendió a la polémica directa con tal o cual partido o con el Gobierno en su conjunto. Primero trató de concentrarse los orígenes y responsabilidades de la larga crisis actual. Éstos se encuentran en la demora con la que los gobiernos, pero también los ciudadanos italianos, han tomado nota de los profundos cambios que se han producido en el escenario internacional en los últimos 25 años, negándose a adaptar nuestro sistema, de las instituciones al bienestar, de del mercado laboral a la educación, a la necesidad de aprovechar las oportunidades que la globalización nos puede ofrecer. Y los sacrificios que tuvimos que soportar fueron tanto más fuertes cuanto mayores fueron los retrasos acumulados. El equilibrio finalmente logrado en las cuentas públicas es una base que debemos preservar y que puede ser un buen punto de apalancamiento para retomar una senda de desarrollo sostenible. Además Visco ha querido mencionar dos figuras que por sí solos bastan para ilustrar nuestros errores y nuestros retrasos: entre 1997 y 2007 (antes del estallido de la crisis) nuestro gasto público neto de intereses aumentó del 41% al 43% del PIB mientras que en el mismo período en Alemania la misma proporción cayó en cuatro puntos a poco menos del 41%. En segundo lugar, el Gobernador quiso aclarar que, según estimaciones de su oficina de estudios, el endurecimiento fiscal del año pasado, que fue de una intensidad considerable, provocó una pérdida de alrededor de un punto del PIB, mientras que se perdieron unos buenos dos puntos debido a la fortaleza del crédito. contracción debido a la pérdida de confianza en nuestra deuda pública.

Si no se puede aumentar el déficit, también para no anular el primer rayo de confianza que nos están otorgando los mercados, eso no significa que no se puedan tomar muchas acciones para recomponer el gasto público a favor del más productivo, para iniciar una reducción del impuestos a partir de los que gravan el trabajo y la producción, para mejorar las condiciones de las empresas a través de una ampliación de los pagos por parte de las administraciones públicas de los gastos corrientes que no afecten al déficit (aunque se deben establecer reglas estrictas para evitar la reforma de nuevas deudas de las misma especie), para aprovechar al máximo las herramientas y facilidades ya existentes para el ingreso y permanencia en el mundo del trabajo. Sobre este último el Gobernador no parece especialmente partidario de la hipótesis de un "relevo" entre viejos y jóvenes en los puestos de trabajo actuales, ya que a su juicio lo que realmente necesita nuestra economía es una reasignación de recursos de capital y mano de obra hacia nuevos negocios y no tanto mantener vivos procesos que están saliendo del mercado. En cuanto a las medidas de reducción de impuestos, Visco respondió puntualmente a los del PDL que sostienen la ridícula tesis de que la reducción del IMU impulsaría la demanda interna. “La certeza de las medidas fiscales (aunque se vayan tomando gradualmente), puede afectar las expectativas, y por ende la demanda, más y mejor que un alivio inmediato, pero de incierta sustentabilidad”.

Un gran espacio fue asignado por el Informe del Gobernador para los bancos y la necesidad de normalizar el flujo de crédito a las empresas. Los bancos italianos no están en el origen de la crisis actual pero han sufrido las repercusiones primero de las dificultades de las deudas soberanas, luego de la crisis de muchas empresas, especialmente las pequeñas que han aumentado los préstamos morosos y subestándar. La situación también ha mejorado gracias a las intervenciones del BCE, pero aún no se han superado del todo las dificultades. Para mejorar la situación de las empresas, además de los pagos de facturas por parte de la AP, se puede ampliar inmediatamente el fondo central de garantía, así como favorecer el acceso directo de las empresas al mercado de capitales. Pero los bancos y sus accionistas aún tendrán que trabajar duro para restablecer un flujo de ingresos adecuado, reduciendo costos y cubriendo cualquier necesidad de nuevo capital, mientras que las empresas deben abrirse más al mercado de capitales y los empresarios no pueden limitarse a depender del apoyo público, sino que deben también invertir sus propios recursos si es necesario.

Pero en las Consideraciones de Visco faltan algunos temas.: el uso del Mecanismo Europeo de Estabilidad para la recapitalización directa de los bancos que sólo se menciona de pasada, y sobre todo nunca se habla de privatizaciones y, más en general, del problema de acelerar la caída de la deuda pública que ahora se considera, junto con desequilibrios en el gasto público, el verdadero freno de la economía italiana. Por supuesto, estos son temas espinosos, pero considerando la importancia que el Gobernador le ha dado a la credibilidad y los efectos positivos que un cambio en las expectativas puede tener de inmediato en la economía real, un programa bien estructurado y creíble de privatizaciones y ventas públicas de propiedades, tendría un efecto muy positivo en la consolidación de la mejora del clima de opinión por parte de los inversores de todo el mundo hacia nuestro país.

En conclusión, Visco se dirige a los políticos. Por un lado parece comprender sus problemas dado que son incapaces de conciliar los intereses particulares de grupos de sus constituyentes con los intereses generales de toda la comunidad, pero por otro los estimula a hacer esta síntesis, tratando de explicar a todo el mundo que nada se basa en la defensa de rentas de posición o en la protección de intereses particulares. “Intervenciones y estímulos bien diseñados, aunque apunten a transformar el país en un largo período de tiempo, producirán la confianza que los ciudadanos necesitan para decidir que ya vale la pena comprometerse, trabajar e invertir hoy”. La pregunta entonces es: ¿será capaz nuestro gobierno de gran coalición de realizar, en el corto plazo, esas reformas fundamentales que tanto necesita el país, o se limitará a buscar compromisos a la baja entre las necesidades electorales de los partidos que lo integran? ?

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