El momento de dificultad para las entidades de crédito no afecta solo a Italia. En España, el Banco Popular Español, la sexta entidad del país, ha acabado en el punto de mira de instituciones e inversores, atravesando actualmente gravísimas dificultades económicas que podrían comprometer su supervivencia.
En la Bolsa de Madrid, tras las cuantiosas pérdidas acumuladas en las últimas semanas, el título de Banco Popular Español se ha visto afectado por una auténtica tormenta de ventas. A las 15.00 horas el descenso registrado es igual al 15,5%.
La causa del hundimiento es la grave crisis que sufre el banco, que en estos momentos se encuentra inmerso en examinar todas las hipótesis posibles encaminadas a cubrir las cuantiosas pérdidas de balance, incluida la de ponerlo a la venta. Ya el viernes pasado la acción había perdido un 17% por los temores de los inversores sobre un posible rescate. Ni las declaraciones del presidente Emilio Saracho, “somos solventes y tenemos capital positivo”, ni pasar las pruebas de estrés ayudaron a calmar los ánimos. Recordemos que el banco evitó el rescate con dinero público pero no logró resolver sus problemas a pesar de las dos ampliaciones de capital realizadas en los últimos años, la primera de 3,2 millones en 2012, la segunda de 2,8 millones en 2016.
Según los rumores, nadie estaría dispuesto a desembolsar un euro para salvarlo y no habría comprador a la vista. Dado que la venta de activos, ya iniciada por la gerencia, no puede revivir la fortuna de la empresa, la quiebra parece ser un escenario plausible. El banco discutirá opciones con el Banco Central Europeo mañana, según informa Bloomberg esta mañana. Entre estos estaría un posible préstamo adicional de Frankfurt.
