Hoy hubo un gran apoyo a la primera huelga de banqueros en 13 años. Según los sindicatos Uilca y Cisl, más del 90% de las trabajadoras participaron en la movilización y casi todas las sucursales permanecieron cerradas. “Una adhesión que incluso supera las expectativas”, son palabras de Massimo Masi, secretario general de Uilca.
Hoy muchas grandes ciudades italianas, entre las que destaca Rávena donde tiene su sede la local Cassa di Risparmio, de la que Antonio Patuelli es presidente, han visto la movilización de muchos empleados tras la rescisión unilateral del contrato. La asociación bancaria ABI formalizó la cancelación anticipada del contrato nacional del sector, cuyo vencimiento se fijó en cambio para junio de 2014, aduciendo la crisis de rentabilidad del sector, la necesidad de reforzar el capital impuesta por las autoridades competentes y una aumento de la vida laboral de los empleados con habilidades obsoletas.
Ahora los bancos piden a la ABI que vuelva sobre sus pasos tras la cancelación anticipada del contrato de más de 300.000 trabajadores de crédito con ocho meses de vencimiento natural que también impidió abrir una discusión sobre cómo mantener el fondo solidario del sector que debe adaptarse a las nuevas reglas de la Ley Fornero y que está a punto de expirar.
“Pedimos encarecidamente la confirmación de esta red de seguridad social, fundamental para la categoría, gracias a la cual ha sido posible gestionar profundos procesos de reorganización y reestructuración empresarial de forma sostenible, sin sobrecargar a la comunidad”, dijo Masi.
“Creo que los sindicatos son conscientes de los problemas que preocupan a los bancos, son perfectamente conscientes de nuestros temas y nuestros problemas. No queremos esperar hasta el 30 de junio para el contrato porque sería demasiado tarde”, dijo el vicepresidente de ABI Francesco Micheli Micheli en los micrófonos de Radio Rai. Y ha añadido que la cancelación anticipada supone querer ponerse "a la mesa enseguida, a renegociar por completo un contrato que, en opinión de los bancos en estos momentos, tanto desde el punto de vista regulatorio como económico, se considera unánimemente insostenible".
El temor de los sindicatos, apoyados por los planes industriales de muchos bancos y por las mismas palabras repetidas ayer por el gobernador del Banco de Italia en el Día Mundial del Ahorro, es que el reequilibrio de las cuentas de las instituciones implique necesariamente más recortes en los gastos de personal.
