Un documento interno del Tesoro estima que el capital del Banco de Italia, actualmente indicado en 156.000 euros, no supera los 7 millones y los ingresos potenciales de la revalorización para el Estado son "muy inciertos" y ciertamente inviables en el año en curso.
El informe dedicado al "estado de las finanzas públicas para 2013" dice que "el monto de la revalorización probablemente estaría entre 5 y 7 mil millones, por lo tanto mucho más bajo que las estimaciones circuladas recientemente". En cuanto a los ingresos potenciales, los expertos de Economía expresan fuertes dudas.
De hecho, si la revalorización fuera obligatoria y conllevara la obligación de pagar un impuesto sustitutivo, toda la operación no pasaría el escrutinio del Banco Central Europeo y de la Comisión porque calificaría como financiación monetaria del Tesoro.
“Las reservas del Banco de Italia se transferirían al capital social, para luego obligar a los participantes en el capital a pagar una parte del mismo al Tesoro en forma de impuesto”, observan los expertos de Hacienda.
Por otro lado, si la revalorización fuera voluntaria, sujeta al pago de un impuesto sustitutivo, la recaudación sería difícil de estimar ex ante. De hecho, los ingresos dependerían del tratamiento contable de las participaciones en el capital del Banco de Italia.
"Si, por ejemplo, los bancos los contabilizan entre las inversiones de inversión, el tratamiento fiscal ordinario es la irrelevancia de la revalorización (así como la devaluación) y, en caso de venta, la tributación en Ires (al 27,5%) de el 5% de la plusvalía realizada: en la práctica el tipo efectivo sobre la plusvalía en enajenación es del 1,365%. Para ser atractivo, el impuesto sustitutivo relacionado con la revalorización voluntaria debe tener una tasa inferior al 1,365%”.
El capital del Banco de Italia se divide en 300.000 participaciones. La lista de accionistas incluye a los principales bancos italianos como Intesa Sp, Unicredit, Montepaschi y Carige. Los grandes accionistas no bancarios son Generali e Inps.
