En un mercado casi plano, destaca el salto de esta mañana Avio (+8,3%), la empresa pública (el free float es igual al 62%) que ha entrado en órbita gracias a un motor financiero excepcional: Merrill Lynch Banco de América, que anunció que ha comenzado la cobertura del título con un precio objetivo el doble del de anoche: 26 euros y recomendación de compra para un título que esta mañana se cotizaba a tan solo 13,84 euros, es decir, poco más de la mitad. Un vuelo inesperado para una acción que ha registrado un aumento del 12% en los últimos 18 meses, justo por debajo del promedio del mercado.
¿A qué se debe la apreciación del broker estadounidense? No es difícil vincular el interés del mercado con la presentación realizada en la reciente Conferencia Staars del Bank of America. Allí, el 23 de marzo, el director general de Avio Giulio Ranzo pronunció un discurso titulado "La puerta europea al espacio", en el que ilustró las características de lanzadores espaciales construidos en nombre de la ESA y Arianespace, es decir, el Ariane 6, destinado a sustituir al 5 en 2023, y el Vega C, el lanzador ligero (150 kilos de peco, algo más voluminoso que una lavadora) del que Avio es contratista principal, cuyo lanzamiento de calificación está previsto para 2022.
Vega es la razón principal del interés del corredor. Para los expertos, Avio está bien posicionado para explotar la aceleración del mercado de lanzadores de satélites de órbita terrestre baja (Leo), que según las expectativas crecerá en promedio un 14% anual entre 2019 y 2028. Pero en el frente de la oferta hay pocos sujetos activos en el sector, caracterizado por altas barreras de entrada (de 2 a 8 mil millones de euros para crear una red) pero también por previsiones de fuerte crecimiento debido a proyectos de megaconstelaciones de satélites en órbita baja y crecientes inversiones públicas que hacen del espacio uno de los más prometedores terrenos de inversión del futuro próximo. Especialmente en el sector de las comunicaciones.
Hoy, en verdad, comunicaciones satelitales representan menos del 1% del mercado global de transmisión de datos: solo 6 mil millones de 800. “Pero las solicitudes, dijo recientemente el director gerente de la empresa conjunta italo-francesa Thales, son tan fuertes que es fácil predecir en resumen al menos duplicando. El problema no es competir con la fibra, sino ocupar esos nichos donde nunca llegará la fibra. Solo en Europa, hay al menos cuatro millones de familias a las que solo se puede llegar desde el cielo. En África, para 2030, la demanda potencial será de al menos 5 millones de usuarios”.
Un mercado, entre otras cosas, a cubrir en poco tiempo, porque las iniciativas de Elon Musk e Jeff Bezos, Además de OneWeb, creada por el empresario Greg Wyler, están ocupando rápidamente órbitas disponibles, ahora abarrotada más que una autopista en agosto. En este contexto, a finales de abril nueve grupos industriales europeos, entre ellos Airbus, Eutelsat, Tas y Arianespace, deberán presentarse en Bruselas un estudio de viabilidad para una red europea de satélites. En definitiva, trabajo no le faltará a Avio.