La cita está fijada para el miércoles 14 de julio, día en el que La Comisión Europea presentará el tan esperado paquete de medidas destinadas a permitir que la Unión Europea logre i objetivos fijados sobre el clima y el medio ambiente. El plan incluirá medidas heterogéneas relativas a todos los sectores de la economía, desde la construcción hasta el transporte y el automóvil. El objetivo es ambicioso: reducir las emisiones en un 55% respecto a los niveles de 1990 para 2030 -objetivo ya definido con la directiva aprobada por el Parlamento Europeo en los últimos días- para luego alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Según los rumores del paquete que definirá las directivas concretas a las que luego deberán adaptarse los Estados, podría encontrar espacio una propuesta revolucionaria para el sector de la automoción lo que supondrá el cese de la venta de coches de gasolina y diésel en Europa a partir de 2035.
En una entrevista con Ansa, el director general de clima de la Comisión, Mauro Petriccione, anticipó la posibilidad de introducir un objetivo para 2030 de 40 gramos de CO2 por kilómetro, una meta que se traduciría en una reducción de las emisiones de los coches nuevos en un 60% respecto hasta hoy. Agregar un objetivo del 100% para 2035 significaría decir adiós a los motores diésel y gasolina en toda la Unión Europea. Italia, a través de las palabras del Ministro de Infraestructura Enrico Giovannini, está pensando en la parada de los motores de gasolina y diésel a partir de 2040.
Para la neutralidad climática para 2050 "según la Agencia Internacional de la Energía, todos los automóviles nuevos que se comercialicen en el mercado mundial deberán tener cero emisiones para 2035 - explicó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Pascal Canfin - y los fabricantes europeos necesitan una señal política clara ”. “Son solo indiscreciones - es el comentario de Acea, la asociación de constructores de la UE: esperamos la propuesta”. El 14 de julio será el día de la verdad.
