La producción de coches eléctricos para Chrysler implica enormes pérdidas unitarias y llevarla a cabo a gran escala sería "masoquista". Así lo aseguró el CEO de Fiat y Chrysler, Sergio Marchionne, al hablar en la reunión anual de la Sociedad de Ingenieros Automotrices en Detroit.
Marchionne explicó que los nuevos Fiat 500 eléctricos que vende Chrysler en California le cuestan a la empresa 10 dólares por vehículo y, por lo tanto, "producirlos a gran escala sería masoquismo industrial". Sin embargo, Chrysler tuvo que lanzar el modelo porque las leyes del 'Golden State', el mayor mercado estadounidense de autos de nueva producción, exigen que cada fabricante tenga vehículos eléctricos en su flota.
Sin embargo, Marchionne no espera vender más de unos pocos cientos, en un país donde, a pesar de los generosos incentivos del gobierno, los autos eléctricos o híbridos en general cubren una participación de mercado de menos del 1%. “Necesitamos innovar”, agregó el CEO de Fiat, “hace un año el hidrógeno era la próxima gran novedad, ahora lo son los autos eléctricos”. "Las autoridades deberían ser neutrales con respecto a la tecnología, no podemos prever todos los escenarios posibles", prosiguió el directivo, aunque subrayó cómo Fiat "es reconocida como el fabricante europeo con mejor desempeño ambiental" y cómo Chrysler ha abierto nuevas fronteras de eficiencia. produciendo las primeras camionetas pickup propulsadas por GNC en América del Norte.
