“Audaces y humildes”, a imagen y semejanza de su presidente, ese Pepe Mujica ahora envidiado por medio planeta. Entonces la revista británica The Economist destacó a Uruguay como País del Año 2013.
Y "el primera vez que el semanario económico elige un país del año, de alguna manera emparejando con el personaje habitual elegido por Time y que también cayó este año en América del Sur, a pocos kilómetros de Uruguay, en la cercana Argentina que fue la ciudad natal del Papa Francisco.
El homenaje al pequeño país de tres millones y medio de habitantes, liderada desde el 1 de marzo de 2010 por el ex tupamaro de origen ligur Josè Mujica, conocido en todo el mundo por haber renunciado al 90% de su salario conformándose con menos de mil euros al mes ("eso me alcanza para vivir"), va más allá de la reciente legalización de la marihuana, considerada ya por muchos como un movimiento revolucionario y digno de reconocimiento: Uruguay es de hecho el primer país en el mundo en que la "caña" se ha convertido en un monopolio estatal, que la producirá y distribuirá casi gratis, a 1 dólar el gramo.
“No queremos convertirnos en el país de las drogas, sino dar un golpe letal al narcotráfico y sacar definitivamente a los jóvenes del mercado negro”dijo Mújica. “Si otros países siguieran el ejemplo de Uruguay, y si se incluyeran otras drogas en la lista, se reduciría mucho el daño que causarían en el mundo”, reconoce The Economist. A diferencia de la ONU, que a través del titular de la Junta Internacional para el Control de Drogas (JIFE), Raymond Yans, levantó un revuelo al definir la medida como "un tipo de visión propia de los piratas".
Pero Uruguay y su ascético presidente van de frente, como de hecho lo habían hecho también con los matrimonios homosexuales, el segundo país sudamericano en permitirlos después de Brasil, otra opción que según The Economist "abre el camino no sólo a una nación sino a partir de que el mundo se beneficiará". No es que fuera el primero ni el único en haberlo hecho, tanto que la propia revista inglesa había examinado inicialmente otras hipótesis para otorgar el premio: de Sudán, que creció más de un 30% este año, al Somalilandia, un estado de África Oriental no reconocido por la comunidad internacional que ha tenido el mérito de mantener a raya la piratería y el extremismo islámico; del revivido Irlanda todos "Estonia, que tiene el nivel de deuda más bajo de la Unión Europea; hasta considerar, más para el pueblo que para los líderes, la tumultuosa Turquía e Ucrania.
Pero ninguno de estos países fue tan convincente como Pepe Mujica, ahora considerado por muchos como el mejor presidente del planeta, y así honrado por The Economist al final del artículo: "Con una franqueza inusual para un político, vive en un casa humilde, va a trabajar manejando solo su Volkswagen Beetle y vuela en clase turista. Modesto pero audaz, liberal y divertido, Uruguay es el país del año”.
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