La Tasa Robin es “una imposición irrazonable y desproporcionada repercutida también a las pequeñas y medianas empresas que operan en la comercialización de productos energéticos y que en modo alguno puede asimilarse a las grandes operadoras petroleras”. Esta es la acusación de Assopetroli-Assoenergia, cuyo presidente Franco Ferrari Aggradi fue escuchado por las comisiones de Hacienda y Asuntos Sociales de la Cámara en la delegación al gobierno para la reforma fiscal y asistencial.
El motivo de la audiencia sirvió a la asociación gremial de productos y servicios energéticos para realizar propuestas precisas como la “necesidad de recurrir a la limitación del consumo mediante el uso racional de la energía que permitiría un ahorro del 20 al 50% en el sector de la calefacción” y la posibilidad de “aplicar el IVA reducido del 10% a cualquier combustible utilizado en el contrato de servicio de energía”.
Ferrari Aggradi también subrayó la necesidad de un "reequilibrio de la carga fiscal entre el diésel y el metano utilizado en la calefacción" en el lado de los impuestos especiales. Luego, Assopetroli llamó la atención de las Comisiones sobre otra cuestión que consideró relevante para las empresas que operan en este sector: "el derecho al privilegio del valor del impuesto especial en caso de quiebra del cliente, reconocido solo a los agentes de retención, es decir, a las compañías petroleras.
Este privilegio también debe ser reconocido a los revendedores de productos petrolíferos que son los verdaderos 'cajeros' de Hacienda”, argumentó Ferrari Aggradi.
