La batalla de Alepo ha terminado, el régimen sirio y la Rusia que lo apoya la han declarado terminada. Y la tregua, para permitir la evacuación de combatientes y civiles, se ha roto. Las noticias que llegan desde la ciudad sitiada desde hace meses son dramáticas, por lo que parece ser una tragedia humanitaria sin fronteras. Osama Abu Zayd, asesor legal del Ejército Libre de Siria, precisó que la tregua comenzaría ayer por la noche. El acuerdo fue confirmado por Rusia.
Mientras tanto, sin embargo, varias fuentes dicen que las fuerzas leales al presidente sirio Bashar al-Assad han matado a decenas de civiles, incluidas mujeres y niños, en las casas del este de Alepo. En particular, la denuncia de la ONU en Ginebra habla de una "falta total de humanidad".
Pero desde Damasco solo dan a conocer que la operación "antiterrorista" de los militares sirios "ha terminado" y que las fuerzas leales a Assad tienen ahora "el control total de la zona este de Alepo", donde los últimos focos de resistencia rebelde se ubicaron en la ciudad.
