Sesión interlocutoria para el asiático, en el inicio de una semana repleta de datos que deberían reconfortar las expectativas de una recuperación paulatina. El yen, que había navegado por encima de los 90 el viernes, volvió a los 85,5 frente al dólar y, como un reloj, la bolsa de Tokio cayó.
En la capital japonesa empieza hoy la reunión regular de la junta directiva del Banco de Japón, pero las deliberaciones están dominadas por el gobernador en pleno. El actual gobernador está a punto de expirar, y el primer ministro Shinzo Abe ya ha hecho saber que nombrará un gobernador cercano a sus cargos, que, como sabemos, contemplan una política monetaria mucho más agresiva que la actual.
Así como el presidente de la Fed, Bernanke, ha establecido el vínculo entre la política monetaria y la economía real (la expansión cuantitativa continuará hasta que la tasa de desempleo de EE. UU. caiga al 6,5%), de la misma manera el Banco de Japón tendrá que comprometerse a crear liquidez hasta que la tasa de inflación haya salido de territorio negativo y no se asiente en al menos un 2%.
En el campo de divisas, el euro está justo por encima de 1,33. El petróleo se mantiene estable por encima de $95/b, y el oro está tratando de acercarse a la marca de 1700 (a primera hora de la tarde en Tokio estaba en $1689/onza).
