A las 15.00 horas de Hong Kong, el índice regional MSCI Asia Pacific fluctuó en torno a un crecimiento cero, luego de que el instituto de estadística chino publicara los datos del PIB del segundo trimestre, que se estima crecerá en el año un 7,5%, en línea con el objetivo de todo 2014. El crecimiento es ligeramente superior al del primer trimestre. En términos desestacionalizados -el Istat chino ahora da también el dato corregido por la gripe estacional- el PIB creció un 2% respecto al trimestre anterior, lo que supone un crecimiento anualizado del 8,2%.
Otros datos confirman que los temores de un aterrizaje forzoso no tenían fundamento: la producción industrial creció un 9,2% interanual en junio (más de lo que esperaban los analistas) y las ventas inmobiliarias se dispararon un 33% de mayo a junio, tras los descuentos en el precio de la vivienda. Los datos sobre el crédito general a hogares y empresas también son positivos: los más fuertes desde el gran estímulo crediticio en 2009, y la oferta monetaria en junio creció más allá de las expectativas. La política fiscal china también ayuda, con un crecimiento del gasto del 26 % entre junio de 2013 y junio de 2014, frente a un aumento del 8,8 % en los ingresos.
En el ámbito de divisas, el dólar se fortaleció tanto frente al euro (1,356) como frente al yen (101,75). El precio del oro cae por debajo del nivel de los 1300 (1297 $/onza) y el petróleo cae un poco más, hasta los 100,4 $/b.
