Las bolsas asiáticas están consolidando sus niveles actuales, tras la 'recuperación' de las últimas semanas. El PIB japonés ralentizado más de lo esperado pero las esperanzas de estímulo del banco central siguen vivas. El euro se mantuvo estable frente al dólar estadounidense pero se debilitó frente al dólar australiano -moneda sensible al riesgo- que alcanzó un máximo histórico (casi 0,86) frente a la moneda única.
En los mercados existe una singular preocupación por los Bunds alemanes. Los juicios de muchos inversores son negativos: Alemania tendrá que asumir otros gastos para salvar el euro, y por tanto los Bunds ya no son una buena inversión: en las últimas semanas el 'total return' ha sido negativo. Sin embargo, hay una lectura diferente, y más convincente: las tasas de los bonos federales son anormalmente bajas y la causa de los rendimientos cercanos a cero es el efecto de refugio seguro. Si la situación en Europa mejorara, el efecto de refugio seguro se desvanecería y los rendimientos de los Bunds volverían a niveles normales, con las consiguientes pérdidas para quienes los compraron a niveles de rendimiento mínimos. Cualquier pérdida en los Bunds, por lo tanto, se debe a mejores perspectivas para la estabilidad de la zona del euro, y es parte de cualquier proceso de normalización de tasas.
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