Un avión nos puede llevar de Londres a Nueva York en apenas tres horas y media. Se llama XB1, y será el avión más rápido del mundo, a partir de 2023, cuando el prototipo, presentado por el número uno de Virgin Galactic Richard Branson, comenzará a surcar nuestros cielos, siguiendo la estela del Concorde, el avión ultrarrápido que no se utiliza desde 2003.
El XB1 ya tiene un apodo: Baby Boom. Boom como nombre de la start-up que lo diseñó, una empresa de Denver que cuenta en su equipo con ingenieros de la NASA y de Boeing, además del astronauta Mark Kelly.
Bebé para el tamaño, decididamente pequeño. El avión, de hecho, tiene solo 40 asientos, contra los 100 del Concorde. También por ello, además de por la construcción íntegramente en fibra de carbono, en lugar del habitual aluminio, su estructura es tan ligera como para permitirle volar a una velocidad nunca antes vista: 2600 km/h frente a los 2100 de media del Concorde. En cuanto al precio del vuelo, debería rondar los $5000.
El Baby Boom en la aviación comercial será lanzado por Virgin Galactic de Richard Branson que, gracias a la gran participación de capital en la puesta en marcha, ganará los primeros 10 ejemplares del avión superrápido.
