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Estados Unidos, la convención demócrata está en marcha: Hillary enfrenta escándalos y protestas

En Filadelfia, Clinton será designada como la candidata oficial para desafiar a Donald Trump en las elecciones de noviembre, pero el grano más reciente es un nuevo escándalo por correo electrónico, que ha llevado a la renuncia de la presidenta del Comité Nacional, Deborah Wasserman Schulz, mientras los votantes de Sanders se manifiestan fuera de la arena. – La tarea más difícil de Hillary: reunir a un grupo dividido.

Estados Unidos, la convención demócrata está en marcha: Hillary enfrenta escándalos y protestas

La convención democrática comienza hoy Para Hillary Clinton el ansiado momento de la designación como candidato oficial del partido para las elecciones del próximo XNUMX de noviembre, y del desafío al ciclón Donald Trump, debería haber llegado finalmente, en medio de mil controversias y dificultades.

Sí, porque la convención que se inaugura hoy a las Filadelfia, y que cierra el 28 de julio, estará plagado de problemas para la ex primera dama. El principal es el nuevo escándalo de los correos electrónicos: Wikileaks, de hecho, reveló 19 correos electrónicos entre los líderes del partido, lo que puso de manifiesto una cierta parcialidad de los potentados demócratas a favor de Hillary, en su carrera de dos vías con Bernie Sanders.

Un escándalo que trajo al presidente del comité nacional del partido Deborah Wasserman-Schulz para presentar su renuncia. El cargo será ocupado por la vicepresidenta Donna Brazile.

Pero para perturbar el estado de ánimo de Hillary, quien también recibió la inesperada Respaldo de Bloomberg, también hay manifestaciones de los votantes de Bernie Sanders, protestando por la candidatura de Clinton frente al Wells Fargo Arena de Filadelfia, a pesar del respaldo del senador socialista de Vermont a Hillary. Son manifestaciones pacíficas que, sin embargo, dan la idea de un electorado y un partido divididos.

Y la unidad del partido es el desafío más importante a superar para la candidata demócrata, la primera mujer en la historia en postularse para la Casa Blanca. Una novedad, sin embargo, que acaba desvaneciéndose ante el alcance revolucionario de Sanders y el homo novus Trump que ha conseguido, salvo contadas excepciones, coagular en torno a sí mismo el consenso del partido republicano.

Hillary Clinton, con ese engorroso apellido, representa a los ojos de muchos miembros de ese mismo poder constituido, el establishment, que muchos quisieran derribar, y carece del carisma personal para calentar los corazones de su electorado.

Un carisma que, por otra parte, no falta en Obama. El presidente saliente Barack y la muy popular Michelle hablarán en la Convención para intentar unir al partido en torno a la figura de Clinton. El propio Sanders también subirá al escenario para reafirmar su apoyo cuidadosamente negociado a Hillary. Y aglutinar a un partido que, a pocos meses de las elecciones, parece tener una gran necesidad de estar unido para poder ganar.

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