Buenos Aires sigue en riesgo de colapso financiero. Si para el miércoles 30 de julio, pasado mañana, la delegación enviada a Nueva York no logra un acuerdo con los inversionistas que exigen el pago de la deuda argentina, el país sudamericano entrará en default.
En el viaje a Estados Unidos no estarán la presidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Axel Kicillof, quienes viajarán a Caracas. En cambio, la delegación estará encabezada por el secretario de Hacienda Pablo López, el secretario Jurídico Administrativo de Economía Federico Gastón Thea y la procuradora de Hacienda Angelina Abbona.
El coordinador de las negociaciones dijo que “la intención es establecer condiciones justas para todos los accionistas”. Agregando entonces que “toda negociación necesita el tiempo necesario”. Por eso mañana se intentará retomar el diálogo sobre "obligaciones no contraídas por el gobierno de turno".
El mañana será, por tanto, crucial para evitar otro default después del de 2001, cuando -afirma también el ministro coordinador- “se tomó un tiempo para negociar las condiciones de la deuda argentina”. Argentina pedirá más tiempo para que sanen los holdouts, y mientras tanto garantizará el pago a los bonistas, tratando de evitar un nuevo derrumbe de su economía.
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