Europa pone contra las cuerdas el lavado de dinero. Tras dos años de intensos debates y continuas enmiendas, el Parlamento Europeo ha votado finalmente la nueva legislación contra el blanqueo de capitales, según la cual los nombres de los beneficiarios reales de las empresas, y no sus corporaciones, deben figurar en el registros centrales presentes en todos los estados de la UE, accesible tanto a las autoridades como a las personas con un "interés legítimo", es decir, los periodistas de investigación.
Esto prevé la nueva directiva contra el blanqueo de capitales sobre la base de un acuerdo informal con el Consejo Europeo, aprobado hoy por el Parlamento en Estrasburgo. El objetivo es reforzar la lucha contra los delitos fiscales y la financiación del terrorismo. Entre las reglas, incluso aquellas para facilitar la trazabilidad del dinero. Según el texto aprobado por la uLa única cláusula para obtener la exclusión de las listas es el riesgo de fraude para el propietario de la empresa.
