Il Consejo Superior de la Judicatura rechazar el proyecto de ley anticorrupción del gobierno Monti. Así lo reveló hoy el diario La Repubblica, anticipando el contenido de un dictamen de la CSM que será votado el lunes por la Comisión de Reforma. “Me parece oportuno resaltar el grave riesgo de iniciar reformas al derecho sustantivo – escriben los magistrados – incluidos en el método actual de cómputo de la prescripción de los delitos, lo que puede hacer que el sistema funcione en vano“. En particular, el la prescripción será "muy breve" para los nuevos delitos introducidos (tráfico de influencias y corrupción entre particulares), que prevén una pena máxima de sólo tres años.
En la mira del Consejo está, pues, la norma que prevé descompone el delito de extorsión en dos casos: el "corrupción por coacción", para las cuales las penas se mantienen invariables en un máximo de 12 años y se agravan de 4 a 6 años como mínimo (prescripción a los 15 años), y "la inducción indebida“, por lo que un reducción de la pena. En este segundo caso el mínimo baja de 4 a 3 años y el máximo baja de 12 a 8 años, con la consiguiente reducción del plazo de prescripción de 15 a 10 años. Un cambio cortado en todos los ámbitos por el CSM.
Según los magistrados, "la conducta de inducción (...) prevé una sanción legal significativamente inferior a la aplicada hasta ahora" y esto "constituye una caída especialmente significativa de la actividad de contrastación de una conducta que hoy parece ser la forma más extendida de integración del delito de extorsión estadísticamente".
Pero eso no es suficiente: "Además del nivel operativo, con la importante reducción de la prescripción del delito, la reducción de la pena constituye una señal simbólica inconsistente con las intenciones que animan el sistema general de los cambios propuestos".
Además, por el mismo delito, el proyecto de ley prevé también castigar a la víctima de cohecho por inducción. El CSM considera que se trata de “una elección que suscita perplejidad. La pena esperada, por su entidad, de hasta tres años, probablemente no sea capaz de constituir un elemento disuasorio serio. Por otro lado, lo más probable es que tenga el efecto de obstaculizar la investigaciónya que “crea un vínculo de solidaridad criminal entre los protagonistas del caso (…) quienes comparten el interés de evitar su investigación”. Básicamente, el riesgo es que ya nadie hable.