El 18 de abril entró a cotizar en Aim (el segmento de la Borsa Italiana dedicado a las pymes) Visión Antares, una joven e innovadora empresa de Brescia que en pocos años (fue fundada hace solo 12 años) se ha convertido en un líder internacional en sistemas de inspección visual, seguimiento de productos y gestión de datos para el sector farmacéutico.
Esta es una empresa interesante, que forma parte de la llamada cuarto capitalismo italiano, que nació como un spin off de la Universidad de Ingeniería de Brescia de la mano de dos amigos, Emidio Zorzella y Massimo Bonardi, que tuvieron la intuición de aplicar sus estudios en optoelectrónica a los sistemas de control y gestión de la producción industrial, así como a la cadena de suministro completa .
Más allá del aspecto tecnológico innovador, ciertamente importante, lo que caracteriza la historia de Antares Vision y su espectacular trayectoria de desarrollo (se proyecta una facturación de 150 millones con un Ebitda de dos dígitos cercano al 30% y con clientes en más de 60 países del mundo) es, por un lado, la lucidez estratégica con la que los dos fundadores tuvieron la fuerza para saber concentrarse en el sector farmacéutico entre los innumerables a los que podrían haber llevado su nueva tecnología, y por otro la habilidad que han demostrado su capacidad para gestionar instrumentos financieros en beneficio del desarrollo de la empresa.
De hecho, para el inicio del importante camino del desarrollo en 2012 abrieron el capital de la Compañía al Fondo Italiano d'Investimento (entonces presidido por el Prof. Marco Vitale) que apoyó el primer paso de la internacionalización. Posteriormente, en 2017, los fundadores recompraron las acciones del fondo y luego nuevamente abrir el capital a socios industriales (incluyendo a Guido Barilla) y al mercado (con la cotización reciente) para iniciar la segunda ronda de desarrollo que verá a Antares Vision incursionar en nuevos mercados (alimentos y bebidas y cosméticos) y con una evolución de soluciones dedicadas a la trazabilidad, seguridad y originalidad de los productos, así como a la gestión y análisis de datos (Smart Gestión de datos).
Una historia muy instructiva sustentada sobre una clara visión emprendedora, sobre sólidos cimientos tecnológicos, sobre una gran apertura a la innovación, sobre la creatividad, sobre la valorización de los jóvenes talentos y sobre una fuerte cultura empresarial que se alimenta de ideas y proyectos compartidos. Básicamente un ejemplo significativo de fuertes valores corporativos que hacen a la empresa viva, creativa, capaz de recrearse, redefiniendo objetivos y programas.
Hoy Antares Vision tiene importantes retos por delante: nuevos productos, nuevos mercados, nuevas tecnologías, pero sobre todo creemos que lo más delicado es mantenerse fiel a los valores fundacionales que le han permitido alcanzar metas trascendentales, evitando la “ atracción fatal ” de las grandes finanzas que con demasiada frecuencia se apoderan de excelentes empresas, drenándolas no solo del efectivo. El objetivo siempre debe ser “crear valor” y no “extraer valor” como oímos con demasiada frecuencia.