Incluso Amazon acaba en el punto de mira de la Guardia di Finanza. Según escribe La Repubblica, la Fiamme Gialle habría constatado una supuesta evasión fiscal contra el gigante estadounidense del comercio electrónico. En concreto, se acusa a la empresa de haber evadido impuestos por 130 millones sobre una facturación de 2,5 millones entre 2010 y 2014, cuando la sede de Amazon estaba en Irlanda.
Precisamente ayer por la tarde el grupo comunicó los datos trimestrales. Amazon cerró el período enero-marzo con un aumento interanual del 41 % en los beneficios y un aumento interanual del 23 % en los ingresos, superando las estimaciones de los analistas.
En el primer trimestre, el gigante estadounidense del comercio electrónico reportó ganancias de $724 millones en comparación con $513 millones en el mismo período de 2016. Neto de elementos extraordinarios, las ganancias por acción crecieron a $1,48 durante el año desde $1,07 frente a las expectativas de $1,12.
La facturación creció a 35,7 mil millones desde 29,1 mil millones en los primeros tres meses del año pasado; para la compañía de Seattle (estado de Washington) -que asegura haber sufrido un impacto de $492 millones en sus ventas por las fluctuaciones de la moneda- el mercado había calculado un resultado de $35,30 millones.
