El primer tren de alta velocidad que conectará París y Barcelona se estrenará el 15 de diciembre: a partir de ese día, tardará poco más de 6 horas en conectar dos de las principales ciudades de Europa Occidental, separadas por más de mil kilómetros en línea aire.
La noticia la ha dado a conocer la ministra española de Transportes, Ana Pastor, en una entrevista concedida a la radio catalana Rac1. La nueva línea, que en realidad todavía no es del todo alta velocidad, permitirá ganar una media hora respecto a las 6h40 que se necesitan ahora, a pesar de un cambio en Figueras sin el cual la conexión seguirá siendo perfectible y debería disminuir en 2014 a unas 5 horas y media.
Según un portavoz de Renfe, para bajar de las seis horas será más necesario que Francia acondicione a alta velocidad el tramo ferroviario entre Perpiñán y Nimes, en el sur del país no lejos de la frontera con Cataluña. Pero que la carencia sea del lado francés no es precisamente una sorpresa: España ya superó en 2010 a las transalpinas en número de kilómetros de líneas de alta velocidad instaladas, lo que convierte a Madrid en el primer país de Europa y el segundo del mundo. Todo mientras que en Italia hay apenas 700 kilómetros de red efectiva de alta velocidad.
En un principio, comunicaron la compañía ferroviaria francesa SNCF y la española Renfe, la ruta se cubrirá con dos viajes de ida y vuelta por día.
