Respecto a la ampliación de capital de Air France-Klm en Alitalia, surge una solución intermedia: la posibilidad de adherirse parcialmente a la ampliación. Esta podría ser una solución de compromiso entre las hipotéticas opciones de participación en la operación en función de la participación que actualmente se tiene (25%, por un coste de 75 millones) o la no suscripción.
Alitalia, el Gobierno italiano y Correos (que también ingresarían 75 millones a la empresa) presionan al grupo franco-holandés para evitar el daño a su imagen que supondría una decisión negativa de Air France-KLM, interpretó como desconfianza en las posibilidades reales de restauración y relanzamiento de la empresa.
Esta elección permitiría al grupo franco-holandés subrayar las numerosas dudas sin diluir excesivamente su participación accionarial (que en caso de no suscripción se reduciría a alrededor del 11%) y manteniendo una posición fuerte dentro de la nueva estructura accionarial. Además, limitaría las posibles consecuencias negativas en el frente interno, empezando por el sindical, en un momento de reestructuración de la empresa (que prevé 2.800 salidas que se suman a las más de 5 mil de los últimos dos años).
Si el grupo decide entonces mantenerse por encima del 20% en cualquier caso, conservaría el derecho de veto previsto por los estatutos en relación con las decisiones estratégicas que deben ser aprobadas con al menos el 80% del capital.
Los temas antes mencionados estarán en el centro de las reuniones franco-italianas previstas para los próximos días en París. El ministro de Desarrollo Económico, Flavio Zanonato, se reunirá hoy con su colega Arnaud Montebourg al margen de una conferencia, en Bercy, sobre la competitividad industrial europea. Montebourg había declarado que "Air France tiene sus problemas y nunca es una solución multiplicar las dificultades por dos".
El viernes, sin embargo, el primer ministro Enrico Letta se reunirá con su colega francés Jean-Marc Ayrault. Y es sobre todo en esa ocasión que el gobierno italiano intentará convencer a París, porque Air France -con la que Alitalia mantiene fuertes lazos comerciales desde hace mucho tiempo- es el socio industrial con el que la antigua aerolínea nacional puede construir una estrategia a medio-largo plazo. .
