El viernes en Louisville, Kentucky, el mundo dirá adiós por última vez a Muhammad Ali, el campeón de boxeo fallecido el sábado a los 74 años. El elogio será pronunciado por el ex presidente estadounidense Bill Clinton. “Era un ciudadano del mundo y el mundo llora su fallecimiento”, dijo el vocero de la familia.
El ataúd será llevado en procesión por el camino que lleva el nombre de Ali en la ciudad donde nació. Y cruzará el barrio donde se crió, desandando así el camino que lo había visto desfilar de muy joven, entonces todavía Cassius Clay, a su regreso de los Juegos Olímpicos de 1960 con la medalla de oro de boxeo ganada en Roma. La procesión terminará en el cementerio de Cave Hill para una ceremonia familiar privada.
