Los socialdemócratas encabezados por el vicecanciller saliente Olaf Scholz encabezan las encuestas a pie de urna de las elecciones alemanas, pero con una estrecha ventaja sobre la coalición de centro-derecha CDU-CSU, que cae nueve puntos porcentuales En comparación con 2017, logró el peor resultado de su historia, especialmente en Baviera, pero al menos se recuperó en comparación con las encuestas de la víspera: en el momento de los primeros resultados oficiales, el resultado era 26% a 24%, con más de 210 escaños para el SPD y menos de 200, según las proyecciones iniciales, para el partido de Angela Merkel, que deja la dirección del país tras 16 años. Los Verdes se confirman en el tercer puesto, que son el primer partido en el Land de Berlín (donde la Cdu se desploma al 15%) pero que rinden algo frente a las previsiones que los situaban a nivel nacional en el 17%, deteniéndose justo por debajo del 15%. Sin embargo, un resultado histórico en comparación con el 8,9 % de 2017, aunque inferior a la hazaña de los europeos hace dos años, cuando los Gruenen superaron el 20 %. Para ellos, las proyecciones hablan de 120 escaños en el Bundestag.
Le siguen los liberales del FDP, con un 12% más y alrededor de 100 escaños en el Parlamento. La extrema derecha de Afd pierde consenso, que sin embargo se mantiene en torno al 10% y podrá contar con unos 80 escaños. Al borde la extrema izquierda de Linke, que en 2017 había superado el 9% (mejor que los Verdes) y que hoy según los sondeos a boca de urna ronda el 5%, es decir, justo en el umbral para participar en el reparto proporcional de escaños: si se confirmara este porcentaje, los escaños en el Bundestag serían unos cuarenta. Crece la abstención: a las 14 horas de 2017 había votado más del 40% de los derechohabientes, hoy el 36%. A la espera de los resultados definitivos, la prensa alemana ya ha desatado la coalición total: ningún partido tiene mayoría absoluta y también es posible que se necesiten tres para componer una coalición de gobierno. De momento, también es plausible un Gobierno bipartidista con el SPD y la CDU-CSU, que juntos superarían los 400 escaños (el umbral son 379), aunque ambos candidatos -Scholz y Laschet- hubieran dejado claro que no quiere formar gobierno con el rival.
Así que esto es lo que el resto serán Verdes y Liberales: será con ellos que la CDU o, más probablemente, el SPD de Scholz puedan formar un ejecutivo tripartito, para tener una mayoría más sólida, aunque desigual en algunos temas (los liberales, por ejemplo, son halcones económicos, y como una vuelta a la austeridad que no va bien con las intenciones de la izquierda). En cambio, habría que excluir un Gobierno de izquierdas con el Spd, los Verdes y Linke: el partido que pide puertas abiertas para los inmigrantes está al borde de la barrera y no debería tener suficientes parlamentarios en su dote.