Angela Merkel obtuvo una victoria inesperada en las elecciones del Sarre. En la tierra pequeña, la CDU-CSU subió del 35 al 40,7%, superando al SPD, que cayó del 30,5 al 29,7%.
La diferencia de más de 10 puntos porcentuales reduce mucho las esperanzas de remontada de Martin Schulz, elegido líder de los socialdemócratas hace apenas una semana, de cara a las elecciones de septiembre que determinarán quién será el nuevo canciller. De momento, todo parece a favor de un cuarto mandato de Angela Merkel.
Lo que surge claramente de la votación de hoy es la derrota de una perspectiva roja-roja-verde (SPD, Linke y los Verdes), que hasta ahora se veía como una alternativa plausible a la Grosse Koalition liderada por Merkel. Un escenario que había ido tomando forma gracias a la secuencia ininterrumpida de sondeos que daban ventaja a Schulz sobre la canciller y los socialdemócratas empujados a un mano a mano con la CDU.
"No puedo contar hoy entre los positivos -Schulz admite de inmediato las primeras proyecciones- pero pretendemos ganar las elecciones nacionales y sabemos que esto es un maratón, no un sprint".