Lo cierto es que no se creará un gobierno minoritario pero por lo demás Angela Merkel mantiene las manos libres.
Los números difundidos por los colegios electorales alemanes apuntan a intentar un gobierno de centro-derecha integrado por la CDU-CSU y los Liberales y Verdes, pero el número 2 del Partido Liberal (FDP), Wolfang Kubicki, declaró hoy que su fuerza política entrará el gobierno sólo si habrá certeza sobre el cambio de dirección política. Las negociaciones para dotar a Alemania de un nuevo ejecutivo prometen, por tanto, ser largas y duras.
Precisamente por eso, Merkel no da nada por sentado en materia de alianzas y no renuncia a intentar embarcar de nuevo a los socialdemócratas en la Coalición Gross, impidiendo que el SPD engrose las filas de la oposición. La Canciller es optimista: "También hablaremos con el SPD", comentó en las últimas horas.