Al final, de manera un tanto sorprendente, se impuso Armin Laschet: será él, el gobernador de Renania del Norte-Westfalia, el Land más grande de Alemania, quien sucederá a Angela Merkel al frente del partido CDU y quizás, quién sabe, también al cargo de Canciller. Laschet no era el favorito en la víspera, aunque la brecha en las encuestas con los otros dos candidatos presidenciales de la CDU era mínima: el favorito era el financiero (antes BlackRcok) Friedrich Merz, luego también estaba Norbert Röttgen. En los tres casos, el nombramiento habría sido más o menos en continuidad con el farragoso legado dejado por Frau Angela, pero el candidato más cercano a ella era precisamente Laschet, un hombre de 59 años que también fue eurodiputado en el pasado.
Su victoria reposiciona firmemente al partido en el centro, siguiendo los pasos trazados por Merkel durante varias décadas, dando una clara señal de continuidad: los delegados de la CDU prefirieron elegir a un líder muy poco carismático, como él mismo admite (“Tal vez no soy un animal de teatro, pero soy Armin Laschet, y pueden contar conmigo”) para frenar la deriva hacia la derecha que el se habría puesto de parte, por ejemplo, apoyándose en el mucho menos escrupuloso Merz, que en virtud de un resultado todavía bueno (Laschet ganó sólo con el 52%) ya ha pedido al Ministerio de Economía la última parte de la legislatura. Laschet es, por tanto, un merkeliano de hierro, pero sobre todo un europeísta convencido y partidario de la línea blanda en el tema de los inmigrantes, hasta el punto de que en su región lo apodan "Armin el Turco".
Estas características, que le llevaron a liderar el partido, podrían costarle sin embargo la perspectiva de hacerse también con el otro legado de Angela Merkel: el de canciller. En la silla de montar sin interrupción desde 2005, Merkel ya ha dicho durante algún tiempo que no volverá a presentarse a las elecciones federales de septiembre. Sin embargo, esto no significa que el candidato de la coalición de centro-derecha sea automáticamente el líder de la CDU, es decir, Lascher. De hecho, las citas del líder del otro partido de la mayoría actual están subiendo cada vez más, la CSU, dirigida por el bávaro Markus Soeder, que disfruta de encuestas mucho más brillantes que Lascher. El partido se decidirá en la primavera, cuando los equipos regionales estarán en Baviera, lo que debería confirmar el liderazgo de Soeder y lanzarlo a la Cancillería.