¿Por qué los mercados financieros fueron tan indiferentes al estancamiento político de las conversaciones de coalición en Alemania? Tanto el lunes, tras el colapso de las conversaciones para formar un nuevo gobierno, como durante la última semana, el mercado de valores alemán se ha mantenido prácticamente sin cambios.
Una de las razones es el gran peso de los exportadores alemanes, no solo en las empresas Dax de primer orden, sino también entre las de mediana capitalización. Otra es que las ramificaciones políticas pueden no ser tan grandes, como señalamos en nuestro CIO Flash del 20 de noviembre. Un tercer motivo, muy indicativo, está representado en nuestro “gráfico de la semana”.
El crecimiento reciente del producto interno bruto de Alemania está casi en línea con el promedio histórico. En los últimos años, sin embargo, los principales impulsores han cambiado drásticamente. En particular, tanto el crecimiento del consumo como el del sector de la construcción, que llevaba un tiempo inactivo, registraron una fuerte aceleración. En cambio, las exportaciones se han desacelerado. Esto hace que el crecimiento del PIB alemán sea mucho más equilibrado y, con suerte, sostenible. Por primera vez en más de 20 años, la principal economía de Europa está comenzando a alcanzar su máxima velocidad. Actualmente parece lo suficientemente sólido como para resistir el extraño inconveniente político.