Alberto Giacometti (1901-1966) abrirá la temporada de exposiciones 2020 del museo max en Chiasso (Suiza). Programado del 31 de marzo al 13 de septiembre una exposición, comisariada por Jean Soldini y Nicoletta Ossanna Cavadini. Será posible admirar por primera vez todo el corpus gráfico del artista suizo: más de cuatrocientas hojas y numerosos libros de artista.
La reseña documentará el extraordinario dominio de Giacometti de las diversas técnicas gráficas, desde la xilografía hasta el grabado a buril, desde el aguafuerte hasta la punta seca. Aunque es más conocido como escultor y pintor, Giacometti realizó numerosos grabados, expresión de una profunda investigación artística.
Vio en el dibujo y su transposición sobre la matriz, el fundamento estético y conceptual sobre el que construir sus obras pictóricas y plásticas. Como dijo el propio artista, "sea lo que sea, escultura o pintura, lo único que cuenta es el dibujo”.
Cada una de las cuatro secciones en las que se divide la exposición propondrá una pintura, un dibujo o una escultura especialmente significativos para entender la relación entre los distintos medios de expresión.
La exposición está organizada en colaboración con la Fondation Giacometti de París, la Alberto Giacometti-Stiftung de Zúrich, la Fondation Marguerite et Aimé Maeght de Saint-Paul-de-Vence (Francia), el Grisons Art Museum de Chur (Suiza), la Museo Ciäsa Granda en Bregaglia (Suiza), Fundación Marguerite Arp en Locarno (Suiza), Colección Cívica de Grabados "Achille Bertarelli" en Milán, Galería Kornfeld en Berna (Suiza), Museo Alberto Giacometti en Sent (Suiza).
Alberto Giacometti nació en 1901 en Val Bregaglia, en la Suiza de habla italiana. Era hijo del pintor Giovanni Giacometti. Después de asistir a la escuela de arte en Ginebra y algunos viajes de estudios a Italia, eligió París como su ciudad de referencia sin olvidar nunca Stampa, el lugar de afecto familiar donde siempre mantuvo un taller además del más conocido en la Rue Hippolyte-Maindron, cerca de Montparnasse. Suscribirse aAcadémie de la Grande Chaumière que frecuentó entre 1922 y 1925. Mientras tanto, entra en contacto con el arte neosumerio, africano, precolombino, con la obra de Constantin Brancusi, Raymond Duchamp-Villon, Henri Laurens, Jacques Lipchitz, André Masson. Continúa su interés por el arte egipcio, que ya le había llamado la atención en 1920 en el Museo Arqueológico de Florencia. Estaba fascinado por el cubismo y luego se unió al movimiento surrealista con sus asociaciones erótico-poéticas libres. En 1930 expone con Jean Arp y Joan Mirò en la galería Pierre Loeb de París. Conoce a intelectuales como Louis Aragon, Georges Bataille, Michel Leiris. Giacometti vuelve entonces a dar protagonismo a la figura humana; en las obras de este período desarrolla una investigación muy original, que tiene su eje en la apariencia que es el núcleo como él mismo afirma. Lo existente se le manifiesta con una violencia que encuentra su expresión más clara en el ser humano, determinando una relación inédita con el espacio y el tiempo. Cercano e independiente de figuras destacadas como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Samuel Beckett, Giacometti continuó su investigación incesantemente, incluso en los últimos años de su vida. En 1962 obtendrá el Gran Premio de Escultura en la Bienal de Venecia y tres años más tarde el Gran Premio de las Artes de París. También en 1965, el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedicará una exposición antológica.
Imagen de portada: Fotografía de Ernst Scheidegger © 2020 Stiftung Ernst Scheidegger-Archiv, Zurich