El impacto de la recesión en Italia ha empeorado la situación de las regiones del sur y las islas, provocando una caída más acusada del producto interior bruto (-11 pp entre 2008 y 2014) en comparación con las regiones del centro-norte. En el bienio 2015-2016, sin embargo, la tasa de crecimiento del sur de Italia casi se duplicó, con una recuperación de dos puntos porcentuales del PIB. Según las previsiones de Confcommercio, en 2017 la tasa de crecimiento del Sur se sitúa en torno al 1,3%, sólo dos décimas por debajo de la media nacional estimada.
La construcción, con una caída similar a la nacional (-31 pps respecto a los niveles de 2008), y la manufactura, que registró una caída de 25 pps, pagaron el precio más alto de la crisis. El bienio 2015-2016 de recuperación en el Sur también afectó las exportaciones: la caída registrada en el período 2012-2014 solo en el Sur (-1,6% en el período) recuperó un ritmo promedio superior al +5%, similar a la de la Eurozona. A pesar de la recuperación económica registrada en el bienio, el consumo de los hogares del sur aún se encuentra lejos de los niveles de 2008 (-10 pp), al igual que las inversiones.
La recesión prolongada ha afectado especialmente a los presupuestos de las familias del sur, empeorando las condiciones socioeconómicas y acentuando la brecha con el resto de Italia. En el espacio de veinte años, a partir de 1995, la tendencia del PIB per cápita se ha mantenido mayoritariamente constante: en el Sur y en las Islas, de hecho, ha aumentado sólo 400 euros frente a 1.445 euros en el Norte. En el Sur y en las Islas, la reorganización del mercado laboral hacia formas flexibles de trabajo, como los contratos a tiempo parcial y de duración determinada, fue más marcada que en el resto de Italia. En 2017, el sur de Italia registró una disminución significativa de empleados a tiempo completo de aproximadamente un 12 % en comparación con 2008, en contraste con el aumento registrado en el centro y el norte.
Una cifra alarmante es la proporción de trabajadores a tiempo parcial involuntarios, aquellos que se ven obligados a trabajar en jornada reducida como alternativa al desempleo: en el Sur, el 77,6 % de los trabajadores a tiempo parcial son involuntarios frente al 61 % nacional. La brecha de empleo a nivel territorial es significativa: en torno al 20% de la población activa residente en las comarcas del sur está desempleada, el doble de la media nacional (11,2%) y uno de cada dos jóvenes de 15 a 24 años está desempleado. La situación económica y social en el Sur y en las Islas se ve agravada por una transición demográfica caracterizada por una despoblación del Sur y un envejecimiento de la población.
En los últimos quince años el número de habitantes ha crecido sólo en 265 frente a los 3.326
obtenidos por el Centro-Norte. Entre 2002 y 2015, el 72,4% de los emigrantes (518.812 unidades) de las regiones del sur eran jóvenes de entre 15 y 34 años, de los cuales el 28,5% poseía un título universitario.