Un cruce entre una aerolínea tradicional y una de bajo coste, pensada para un público de millennials. Air France ha lanzado su proyecto, que se llama Joon y ya no es Boost como en un principio: la nueva actividad recibió el visto bueno de los sindicatos (tras un referéndum entre los trabajadores que obtuvo solo el 5% de los votos en contra) y tomará vuelo a partir del próximo otoño con vuelos de media distancia todos con salida desde París Charles De Gaulle.
Sin embargo, para seducir a los jóvenes también se necesita algo más y, por lo tanto, la nueva empresa, cuyo logotipo también se presentó (letra blanca sobre fondo azul eléctrico), a partir de 2018 también cubrirá el largo alcance, va a competir tanto con las grandes compañías internacionales como con las compañías de bajo coste que, como Norwegian Air y Ryanair, empiezan a expandir su mercado a largas distancias.
Joon ofrecerá precios más accesibles, aunque no a los niveles de una empresa low cost (los costes de la actividad se reducirán un 15-18% en comparación con los de la matriz), pero sobre todo "es una propuesta de estilo de vida para jóvenes activos entre 18 y 35 años, que colocan lo digital en el centro de sus vidas. Joon será un producto ultraconectado que se distinguirá claramente de los demás”, se lee en la nota difundida por Air France.
Los pilotos de la nueva compañía estarán enmarcados con contratos distintos de los vigentes en Air France Klm, que, según los planes de la compañía, también permitirá resolver el problema de las cuentas en descubierto.
