Italia sigue siendo el país con mayor consumo de agua en Europa. La huella hídrica, como red de huella hídrica, es de unos 130 mil millones de m³ por año y en épocas de sequía y fenómenos meteorológicos extremos ya no es sostenible. Las empresas que gestionan la distribución tienen dificultades crecientes a lo largo de toda la cadena de suministro. Debería moverse en una lógica integradaque reequilibra usos, inversiones y activos industriales. “Además de la mayor eficiencia de las infraestructuras y la gestión de los usos del agua potable, ha llegado el momento de intervenir sobre los distintos usos del recurso, incluso en su huella invisible”, afirma Alejandro Ruso Vicepresidente de Utilitalia. Su organización representa a la mayoría de las empresas del sector y propone la adopción de mecanismos de incentivo para los usuarios, como los "certificados azules". Servirían para combatir el despilfarro y la dispersión. Pero esta no es la única propuesta que circula entre políticos, empresarios y asociaciones. En el IV edición del Foro del Agua “La huella hídrica como herramienta de adaptación a la crisis climática” han surgido otros. Todo ello influido por los dramáticos datos sobre el sistema nacional de aguas.
El agua es un recurso esencial para el desarrollo
cada año se desgastan más de 26 mil millones de m³ de agua: 55% de la demanda proviene de agricultura, 27% de eso industrial y 18% de eso civil. A lo largo de los oleoductos, como se sabe desde hace años, sí pierde alrededor del 22% del retiro total. Pérdidas muy graves y desequilibradas: 17% en el sector agrícola y 40% en el sector civil. En la práctica tenemos un sistema en el que el agua es el recurso natural esencial para el desarrollo que más problemas sufre manejo incorrecto y el uso excesivo, se le dijo al Foro. Producto muy vulnerable, por tanto, que por responsabilidades previas también escapa a una correcta lógica industrial. El eventos climáticos como sequías o lluvias intensas, además de daños materiales, provocan deseconomías y cambios en el ecosistema. El Estado después de todo, todavía gasta poco en el sector y uno solo se ha puesto en circulación durante unos meses. parte de los 4,3 millones de euros previstos por el PNRR. La derecha en el gobierno quiere volver a discutir el PNRR que, sin embargo, contiene buenos indicios para el sector. Legambiente propone al gobierno y a las Regiones adoptar un enfoque multisistema, "con el fin de aprovechar, a lo largo del ciclo del agua, una actitud más responsable y sostenible“. También indicaciones operativas que oscurecen las viejas teorías sobre el agua pública. Los objetivos son: la reducción de los riesgos ocasionados por la explotación excesiva o la contaminación de las fuentes, la finalización de las redes de alcantarillado y depuración, la eliminación de los residuos industriales.
Lucha contra los residuos en los Municipios, en la agricultura y en la industria
“En vísperas de la COP27 y en un año que será recordado como uno de los más calurosos y secos de la historia como consecuencia de la crisis climática, volvemos a abrir un debate con los distintos protagonistas de los distintos sectores, compartiendo experiencias, proyectos e inversiones", sostiene Jorge Zampetti, director general de Legambiente. hay de trabajar en tres frentes vitales si queremos acabar con la supremacía europea negativa: que municipal, Que agrícola y que industrial. En los Municipios se puede repensar el modelo de gestión a partir del diseño y construcción de edificios y espacios públicosi. ¿Por qué no pensar en plantas de reciclaje y / o di reutilización per condominios o incluso para barrios enteros ? En el campo agrícola sería necesario contener el consumo de riego en el umbral de los 2.500 metros cúbicos anuales por hectárea. A nivel industrial se puede reducir el consumo de agua "nueva", diseñar plantas y procesos que minimicen el uso de agua. La compañía individual podría monitorear las pérdidas y arreglarlas. También se podría hacer obligatorio el cálculo de la huella hídrica para asignarle un peso económico en los presupuestos. Por lo tanto, se reconoce a Legambiente, Utilitalia, el Ministerio de Transición Ecológica y la Región de Lazio por haber revivido un tema que parecía haber desaparecido del debate público, pero que nos expone a críticas y comentarios del resto de Europa. Somos el país que más cree en la transición ecológica y la logra recursos por el medio ambiente y el clima, pero tenemos un panorama preocupante para el nuevo gobierno.