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Adiós a Alfonso Pepe, el eterno niño que soñaba con el panettone perfecto

Uno de los grandes maestros de la pastelería italiana fallece a los 55 años. Luchó hasta el final mientras trabajaba en su laboratorio en Sant'Egidio di Monte Albino, en la provincia de Salerno. Una vida repleta de novedades y éxitos

Adiós a Alfonso Pepe, el eterno niño que soñaba con el panettone perfecto

alfonso pepe, ha fallecido uno de los más grandes pasteleros italianos. Luchó durante dos años contra una enfermedad incurable, sin ceder nunca ante el dolor y la derrota de la vida, trabajando con pasión, entusiasmo y dedicación profesional hasta el final. First&Food le había dedicado un articulo grande el 8 de diciembre de 2018. La Navidad pasada nos envió un mensaje, “Entre muchas dificultades continuaré, sin rendirme”, que más que nada nos hace comprender de qué está hecho el hombre. Para honrar la memoria de este protagonista inolvidable de la pastelería italiana, un gran maestro, humilde y tenaz, de gran dimensión humana, que escribió una página importante en la redención de la comida y el vino del sur de Italia, volvemos a proponer la primera parte del artículo publicado en el tiempo: “Una vida por Panettone. Alfonso Pepe Mastro Dolciere, de Sant'Egidio di Monte Albino, en la provincia de Salerno, en las laderas de las montañas Lattari, está acostumbrado a los registros.

Era el primer pastelero en hacer un panettone exclusivo al sur del Rubicón, en Campania, pero sobre todo fue el único pastelero en ganar cuatro veces el Premio Re Panettone, el más importante de Italia, derrotando, o mejor dicho, humillando, a todos los competidores de Lombardi (y calculando que Panettone es un dulce histórico de Milán, eso no es poca cosa) pero también piamonteses (que tienen mucho que enseñar a toda Italia en cuanto a dulces), y así sucesivamente. Y ha recogido muchos premios como en el Palazzo Caracciolo Mg Sofitel en Nápoles donde un jurado de pasteleros sagrados del calibre de Igino Massari, reconocido Gran Maestro de todos, Gino Fabbri Presidente de la Academia de Maestros Pasteleros Italianos, Francesco Boccia Champion de Mondo di Pasticceria le otorgó el primer premio de Panettone con albaricoques del Vesubio y dulce Mel di Antonio Caggiano. Pero podríamos continuar con otro concurso de prestigio, "Slowfood, Dolce Natale".

Pepe tuvo que lidiar con panettone de: Pasticceria Loison en Costabissara, en la provincia de Vicenza; Sal De Riso de Minori; hermanos Fiasconaro de Castelbuono en la provincia de Palermo; Pastelería Veneto (Brescia) de Iginio Massari. Y una vez más se ganó el desafío. Y no se limitó al panettone, porque su curiosidad también lo empujó al campo de Pascua de Colomba y ni siquiera en esta ocasión se quedó atrás. En una prueba a ciegas de los diez mejores pasteleros italianos, Paolo Massobrio habló de la "sorpresa de la sublimación de los productos fermentados de Alfonso Pepe" y Pepe ocupó el primer lugar, superando a todos, con este razonamiento:

"Perfecto. Podríamos cerrar aquí la descripción, y dejar algún comentario más a vuestro gusto. Perfecto desde el principio, en el panal fino y bien repartido. Impecable en los perfumes, de mantequilla fresca, almendras, huevos. Al degustarlo llama la atención por su fragancia y equilibrio. Menos "explosiva" que la de Iginio Massari, pero con una elegancia única. Si la paloma es el arte de la masa, aquí está, la masa perfecta”. Y aún para quedar en acta, no está mal recordar que Alfonso Pepe desde su laboratorio en Sant'Egidio di Monte Albino en la carretera que lleva de Ravello a la costa de Amalfi donde es ayudado por los hermanos Prisco, Giuseppe y Anna hornea un promedio de 50.000 panettone artesanal al año…”

El siguiente enlace al artículo con el perfil del gran maestro y al receta de panettone que fue de las más clicadas de las ofrecidas semanalmente por First&Food.

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