Después de Maradona, Italia también se despide de Paolo Rossi, quien falleció a la edad de 64 años debido a una enfermedad incurable. La noticia la difundió su esposa, Federica Cappelletti, quien publicó una foto con su esposo en Instagram acompañada de un comentario de solo dos palabras: "Para siempre".
Bombardero italiano por excelencia, Rossi pasa a la historia como el héroe del mundial de españa 1982, ganada por la Italia de Bearzot gracias a sus goles (seis en total, que le otorgaron además el título de máximo goleador). Inolvidable, en particular, El hat-trick de Pablito ante la Brasil de los monstruos sagrados Zico, Falcao y Sócrates. Ese mismo año, Rossi también ganó el balón de Oro.
Con ese nombre medio italiano, esa mirada de chico común y corriente, Rossi se convirtió en el símbolo de una selección en la que nadie creía al principio, pero que luego, gracias a su capacidad de sufrimiento, triunfó en la gran empresa. Los hechos dieron la razón al técnico Enzo Bearzot, que valientemente optó por dejar en casa a Roberto Pruzzo, a pesar de los muchos goles marcados por el delantero de la Roma, prefiriendo al propio Rossi.
En los años ochenta, bajo la dirección de Trapattoni, Pablito también ganó mucho con la camiseta de la Juventus, llevándose a casa dos títulos de liga, una Copa de Italia, una Recopa de Europa, una Copa de Campeones y una Supercopa de Europa.
Tras su despedida del fútbol, Rossi se convirtió comentarista deportivo, trabajando tanto para Sky como para Rai. Un trabajo siempre realizado con gracia, sin tomarse demasiado en serio, con sencillez y mucha serenidad.
