Espías chinos habrían instalado chips en placas base fabricadas por Supermicro, una empresa estadounidense que suministra servidores utilizados por el gobierno y grupos estadounidenses como Apple y Amazon. Lo escribe Bloomberg Businessweek, subrayando que tal medida es "potencialmente devastadora", porque garantiza el acceso a largo plazo a los servidores. Un resultado “por el que los espías extranjeros están dispuestos a invertir millones de dólares y muchos años”.
Apple, Amazon y el Ministerio de Relaciones Exteriores de China han negado el informe. La investigación cita a funcionarios de inteligencia como fuentes pasadas y aún en el cargo, así como miembros de los dos grupos estadounidenses.
Según Bloomberg Businessweek, los investigadores estadounidenses creen que los chips infractores fueron insertados por el "Ejército Popular de Liberación" en las placas base de Supermicro durante las fases de producción.