Señales de tregua en el este de Ucrania, pero la situación sigue fluida. Tras el anuncio publicado esta mañana en la web de la presidencia de Kiev sobre un "alto el fuego permanente" -que habría sido pactado telefónicamente por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y el número uno de Moscú, Vladimir Putin-, el Kremlin ha negado (“Rusia no es parte del conflicto”). En ese momento se corrigió la nota de la presidencia ucraniana: la expresión "alto el fuego permanente" fue reemplazada por "régimen de alto el fuego".
Sin embargo, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, confirmó que en su llamada telefónica Putin y Poroshenko "han acordado en gran medida los pasos que favorecerían un alto el fuego entre las unidades militares y milicianos ucranianos en el sureste del país lo antes posible".
Un portavoz de la presidencia ucraniana habló entonces de "evaluaciones similares" entre Poroshenko y Putin sobre cómo llegar al fin de las hostilidades.
Las dudas sobre el acuerdo fueron expresadas inmediatamente por el presidente estadounidense, Barak Obama, nada más aterrizar en Tallin, Estonia, para reunirse con los líderes de los países bálticos, primera y única escala europea antes de trasladarse a Cardiff para la cumbre de la OTAN.
Mientras tanto, los líderes de la autoproclamada República de Donetsk han comentado que están "preparados para resolver políticamente el conflicto con Kiev si las fuerzas gubernamentales respetan el alto el fuego". Pero también advirtieron: "Si este no es otro truco político de Kiev como vimos en el verano, y realmente decidieron detener las armas, esto ayudará a cambiar el proceso hacia un canal político".
Los separatistas prorrusos han estado luchando contra las fuerzas de Kiev durante meses en Donbass, una región predominantemente de habla rusa que alberga la mayor parte de la industria pesada y representa alrededor del 18% de la producción económica del país.
Para poner fin a las hostilidades, Putin dicta ciertas condiciones: retirada de las tropas ucranianas del sureste, cese de las acciones militares de los rebeldes, exclusión del uso de la aviación contra civiles, control internacional pleno y objetivo del alto el fuego, intercambio de prisioneros
Por su parte, el primer ministro de Ucrania, Arseni Iatseniuk, anunció ante el Consejo de Ministros un "Proyecto de Muro" no especificado para "construir una frontera real con Rusia". En junio, el oligarca Igor Kolomoiski, gobernador de Dnipropetrovsk, había propuesto al gobierno la construcción de un muro de 1.920 km de largo en la frontera entre Ucrania y Rusia, a un costo estimado de 100 millones de euros.