Con respecto a murió en el trabajo Es hora de decir basta a las protestas inconclusas (a veces hipócritas) y empezar a actuar sobre propuestas concretas y, sobre todo, tener cuidado con el fuego amigo.
Sabotaje a la reorganización de las actividades de inspección.
primero que nada es correcto fortalecer el servicio de inspección pero, antes de hacerlo, es necesario unificar y reorganizar las actividades de inspección y los cuatro órganos, distintos y desconectados entre sí, del ministerio, el INPS, el INAIL y las autoridades sanitarias locales. Esta solución, prevista por los decretos de aplicación de la Ley del Empleo de 2015, fue saboteada, con el consentimiento tácito del Gobierno y de las Confederaciones, tras la resistencia sorda pero eficaz del aparato burocrático, bien representado por sus sindacati de categoría. Este es uno de los muchos casos de reformas obstaculizadas por intereses corporativos. La denuncia proviene de una fuente autorizada, como el profesor pietro ichino, lo que explica cómo el sello definitivo de este sabotaje se puso, paradójicamente, el pasado mes de febrero cuando, tras un gravísimo accidente en un sitio de construcción en florencia, al Decreto Legislativo n° 19 se añadió el artículo 31, titulado burlonamente "hacer más eficiente la Inspección del Trabajo": en el párrafo 12 se esconde una norma que dice: cancelar lo proporcionado anteriormente por el Decreto Legislativo n.149/2015 para la unificación de las funciones de inspección del INPS y del INAIL y la reorganización unitaria del servicio. El mismo tema plantea el profesor Marco Leonardi en las páginas del "Foglio". ¡Después de nueve años volvemos al punto de partida!
Ahora es demasiado pedir que sí primero. recuperar el proyecto original de reorganización y eficiencia de los servicios de inspección contenidos en la Ley de Empleo y sólo después de este paso necesario se adopta una pplan extraordinario de contratación?
Las ventajas de unificar roles
Tenga en cuenta que la unificación de roles tendría la ventaja de permitir a los inspectores del INPS y del Inail, que hoy en día se concentran casi exclusivamente en la lucha contra la evasión de cotizaciones, que ya no se realiza mediante el control de las nóminas, sino con las herramientas informáticas y telemáticas, participar en sus tareas ministeriales. colegas en el inspecciones de campo, destinado a abordar las infracciones más graves en materia de prevención de accidentes.
Por otro lado, también una importante aumento de inspectores de trabajo, aunque necesario, no sería suficiente para erradicar el fenómeno. Nuestro tejido productivo está fragmentado en multitud de empresas de tamaño modesto y obras de construcción y los controles no podían llegar a todas partes. En realidad, tampoco habría mucho que esperar de la introducción en el código penal de un nuevo delito específico de "asesinato en el trabajo”. Como nos enseñó Cesare Beccaria, la certeza de la aplicación de la sanción es más eficaz que la duración de la pena amenazada.
Soporte tecnológico
En segundo lugar, el instrumento de comunicación debe utilizarse de la forma más amplia posible. nuevas y viejas tecnologías. ¿Por qué no instalar el cámaras en los entornos laborales de mayor riesgo para luego utilizar las grabaciones como herramienta de formación, excluyendo naturalmente su uso con fines de videovigilancia del desempeño laboral según lo previsto en el artículo 4 del "Estatuto de los Trabajadores"?
Pero tenemos que ir más allá, utilizando todo el extraordinario potencial deinteligencia artificial. Si se cree que se pueden construir fábricas totalmente automatizadas con unos pocos trabajadores de mantenimiento, ¿sería imposible identificar herramientas de prevención de accidentes capaces de intervenir en el lugar de trabajo en tiempo real? Por supuesto, no es posible operar de la misma manera en todas partes y esto es igualmente cierto. responsabilidades corporativas los efectos de la falta de una cultura de seguridad sólida que lamentablemente aún no está arraigado y no es considerado una prioridad por todos los trabajadores. Por supuesto, no faltan explicaciones tristemente convincentes, en primer lugar la necesidad de conseguir un salario digno, pero seguir como hasta ahora sin indicar propuestas innovadoras sería una doble derrota.
Es necesario multiplicar las iniciativas de seguridad laboral
En tercer lugar, si es cierto que no existen soluciones milagrosas y concluyentes, las iniciativas para seguridad laboral deben multiplicarse, sobre todo, mediante la participación directa de los interlocutores sociales. Preguntémonos entonces qué se puede hacer utilizando las enormes energías disponibles en el mundo del trabajo. El objetivo más factible parece ser potenciar las cifras sindicales y empresariales ya comprometidos institucionalmente con el tema asignándoles nuevos roles. En particular, los representantes de seguridad de los trabajadores, figuras identificadas en cada contrato, pueden convertirse en un verdadero "ejército de prevención" si se dota de verdadera profesionalidad y construye, junto con los responsables de seguridad de la empresa y de común acuerdo con los inspectores, la piedra angular de un sistema competente y eficaz capaz de ejercer una función de formación y prevención en el lugar de trabajo. Ciertamente se les debe atribuir poderes efectivos de intervención en la organización del trabajo, pero la condición principal es tener una profesionalidad adecuada que corresponda a las funciones y las consiguientes responsabilidades.
Estamos hablando de la posibilidad concreta de tener miles de profesionales de la seguridad que debe ser objeto de un programa de formación específico, de expertos que interactúen con la empresa y se comuniquen, junto con ella, con las instituciones responsables de la seguridad y también para cuestiones más complejas como las enfermedades profesionales. Este proyecto requiere recursos, pero ya existen estructuras bilaterales financiadas por los interlocutores sociales que podrían reforzarse mediante renovaciones contractuales, a las que también habría que añadir nuevos recursos públicos. Todo esto necesita una sgiro cultural que deben invertir las empresas y los sindicatos porque el trabajo que hay que hacer es enorme y contrario a un planteamiento de simple denuncia de este dramático fenómeno. Este es el momento en el que necesitas arremangarte.