Parece un invento mucho más reciente, pero el aire acondicionado tiene más de un siglo de antigüedad. Concretamente, el 17 de julio de 1902, es decir hace 119 años, se diseñó el primer sistema de refrigeración de ambientes cerrados, digamos el precursor de la climatización moderna que evidentemente cuenta con otras tecnologías. Fue diseñado y luego patentado (pero solo en 1906) por el ingeniero estadounidense Willis Haviland Carrier. Nacido en Angola (no el estado africano, sino la pequeña ciudad del estado de Nueva York) en 1876, Carrier cambió la vida de miles de millones de personas con solo 25 años: acababa de terminar sus estudios sobre la humedad del aire cuando comenzó a razonar sobre un sistema para combatir el calor en interiores. Un problema que hoy en día, con el aumento medio de las temperaturas a nivel global y con las cada vez más frecuentes olas de calor tórrido en verano, conocemos muy bien. Aunque inicialmente el objetivo de Carrier no era combatir el calor, sino mantener frescos algunos espacios ya que, trabajando con una impresora a color, había notado que el calor alteraba la calidad de las fotografías.
Por lo tanto, su idea era desarrollar un dispositivo equipado con dos baterías de tubos: la primera batería contenía agua fría, la otra estaba atravesada por agua refrigerada por la evaporación de amoníaco. La invención de Carrier preveía una circulación continua de los diversos líquidos y, por lo tanto, el aire se secaba, es decir, se privaba de humedad, y se enfriaba incluso durante largos períodos de tiempo. Así fue el primer aire acondicionado, que inicialmente se instaló solo en hospitales públicos estadounidenses, mientras que el primer sistema doméstico solo se construyó en 1914 en una casa en Minneapolis, Minnesota. A partir de ese momento se autorizó el uso para cualquier tipo de edificación: en 1915 Carrier y otros seis ingenieros fundaron la Carrier Engineering Corporation en Nueva Jersey, entre cuyos clientes se encontraban inmediatamente el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y muchos otros edificios importantes .
En la década de 30, Carrier trasladó la empresa a Syracuse, Nueva York, donde todavía tiene su sede. Posteriormente, abrió sucursales en Japón y Corea del Sur, el Lejano Oriente es hoy el principal mercado para los sistemas de aire acondicionado.
