El desplome de los precios del petróleo también afecta a otros líquidos. En una Venezuela ahora con olor a mora, llega la noticia de que una famosa heladería -la Coromoto- conocida por ofrecer 863 sabores diferentes (récord certificado por Guinness) cerró durante las fiestas navideñas por falta de materia prima, es decir, leche. . El ministro de Turismo quiso desmentir la noticia, que no obstante es indicativa de las dificultades que atraviesa Venezuela, cuya economía se basa principalmente en el petróleo: el oro negro cubre el 96% de los ingresos por exportaciones.
Incluso antes, Venezuela sufría desabastecimientos periódicos de los más variados bienes debido a los controles de capital que dejaban poco espacio para las importaciones. Pero ahora, con la caída vertical del precio del petróleo desde más de 100 $/b hasta los 53 actuales, todo se ha puesto más difícil.
Los líderes de la oposición culpan a 15 años de políticas socialistas, primero bajo el difunto presidente Hugo Chávez y ahora bajo su sucesor Nicolàs Maduro. El gobierno, como de costumbre, culpa a los acaparadores y especuladores.
Maduro está loco. Ahora tiene que ser llevado al hospital psiquiátrico. Hoy, por un noticiero del canal 5 nos enteramos que un litro de leche cuesta lo mismo que cinco pensiones. Este aumento no tiene que ver con la industria sino con los impuestos ocultos que está montando el fascista Maduro para hacer sufrir a los niños. Actitud típica fascista y no acorde con las políticas alemanas modernas.